Ancestro esclavo de apellidos dominicanos (6 de 6)

Ancestro esclavo de apellidos dominicanos (6 de 6)

Edwin Espinal Hernández

Ancestro esclavo de apellidos dominicanos (6 de 6). Llama la atención que las madres solteras y las parejas esclavas o libres solo aparezcan bautizando un solo hijo en un lapso de más de treinta años, lo que podría explicarse en el hecho de que “la fecundidad de las esclavas estuvo condicionada por la incidencia de diversas enfermedades que se hicieron endémicas”, como la tuberculosis, la sífilis y la gonorrea, y, además, por “abortos autoprovocados por aquellas mujeres que no querían que sus hijos nacieran en la esclavitud” y la provocación de amenorreas, producto de la lactancia continua de sus criaturas, que les impedía quedar embarazadas (Frank Moya Pons).

“La mayoría del pueblo dominicano desciende de mujeres que en algún día fueron esclavas”, “de sus vientres salieron las hijas y las nietas que a su vez serían las madres de los pueblos de las Antillas” (Frank Moya Pons), aunque no todos los negros dominicanos tienen un origen africano directo (Marcio Veloz Maggiolo). La constatación documental de ese antecedente filial esclavo de amplios sectores de la población dominicana actual tiene en este libro de bautismos un antecedente esencial. Y aun cuando no es complementado por otros libros de matrimonios y defunciones coetáneos ni es antecedido o seguido por otros libros de bautismos igualmente particularizados, a partir de los cuales pudiese identificarse si los bautizados en el período cubierto por este llegaron a la adultez, casaron y dejaron descendencia, este volumen refleja cómo el estado de cosas del siglo XVII facilitó dos procesos: uno de “mulatización” intensa de la población colonial y otro de criollización de la masa esclava, por medio del cual quedaron incorporadas pautas culturales de los blancos, como fue la adopción de apellidos, pese a no ser un signo de filiación sino una señal de propiedad.

Esa forma de identidad, con la conversión de los mulatos en el elemento más representativo, numeroso y creciente del escenario demográfico en el curso de ese siglo, se invirtió y dio lugar a las estirpes de piel oscura de “apellidos de gente blanca”.

Le invitamos a leer: Ancestro esclavo de apellidos dominicanos (5 de 6)

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