SAN JUAN— Agentes federales estadounidenses arrestaron el jueves por cargos de corrupción al alcalde de una de las ciudades más acaudaladas de Puerto Rico, en la segunda causa de ese tipo anunciada este mes.
El alcalde de Guaynabo, Ángel Pérez Otero, enfrenta tres cargos, incluyendo soborno y extorsión. Está acusado de aceptar regularmente pagos de 5.000 dólares a cambio de otorgar contratos al dueño de una compañía de construcción.
La imputación dic que el esquema se extendió del 2019 al 2021 y acusa a los dos hombres de reunirse en lugares secretos y usar mensajes de texto cifrados.
Nadie respondió al teléfono de la alcaldía el jueves y no estaba claro si Pérez tenía un abogado. Fue juramentado como alcalde en agosto del 2017 luego de una elección especial, después que el alcalde previo, Héctor O’Neill, se declaró culpable de acoso sexual, violencia de género y violaciones de una ley de ética.
El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, dijo en una declaración que estaba decepcionado y sumamente molesto por el arresto. Demandó que Pérez renunciase de inmediato como alcalde y como presidente de la federación de alcaldes de la isla.
A inicios de diciembre, funcionarios federales anunciaron que el exalcalde de Cataño Félix Delgado se declaró culpable de cometer sobornos y recibir pagos, tras ser acusado de otorgar 50 contratos municipales valorados en casi 10 millones de dólares a una compañía de asfalto.
El fiscal federal Stephen Muldrow dijo que Radamés Benítez Cardona, asistente ejecutivo del alcalde de Trujillo Alto, fue arrestado también por cargos que incluyeron soborno y extorsión.
Dijo que Benítez está acusado de recibir 200.000 dólares en pago adelantado y más de 17.000 dólares al mes de una compañía de desechos sólidos a cambio de un contrato gubernamental. Benítez se declaró inocente.
Las autoridades dicen que hay otras investigaciones en curso. “Esto es solo el comienzo”, dijo Joseph González, agente especial en la oficina del FBI en Puerto Rico.