Luego que la Policía de Haití informara sobre los abatidos supuestos atacantes del presidente Jovenel Moise la madrugada del pasado miércoles, el ministro de Cultura y Comunicación, Pradel Henríquez, reveló que habían haitianos en las filas de los atacantes.

En dicho contexto, Heríquez invitó a los haitianos a quedarse en casa. “El estado de sitio implica un toque de queda. Si no tienes un trabajo que requiera mudarte de noche, quédate en casa”.

De su lado, el primer ministro Claude Joseph le dijo al periódico Le Nouvelliste que un juez de paz ya hizo una declaración legal del cadáver del presidente Jovenel Moïse.

 Además, agregó, los restos ya son transportados a una morgue en el área metropolitana. Respecto al estado de salud de la primera dama, baleada y herida, Claude Joseph dijo que estaba fuera de peligro. “Ella está siendo tratada en Florida. Según nuestra información, su situación es estable”, dijo Claude Joseph.

Tenemos un video y creemos que (los autores del crimen) son mercenarios”, indicó Edmond, quien insistió en que se trató de un “ataque bien orquestado”, cometido por “profesionales».

Los hombres que asesinaron a tiros al presidente de Haití, Jovenel Moise, mintieron y se identificaron como agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por su sigla en inglés), dijo este miércoles el embajador haitiano en Washington, Bocchit Edmond.

El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, negó por su parte cualquier implicación de la DEA en este crimen.

En una conferencia de prensa virtual, el embajador Edmond citó un video que el Gobierno haitiano tiene en su posesión y que muestra cómo los hombres supuestamente se identificaron como agentes de la DEA.

“Tenemos un video y creemos que (los autores del crimen) son mercenarios”, indicó Edmond, quien insistió en que se trató de un “ataque bien orquestado”, cometido por “profesionales».

Explicó que actualmente se está llevando a cabo una investigación para saber dónde están los asesinos, aunque dijo que es posible que hayan huido hacia la vecina República Dominicana, donde se habla español, la misma lengua que supuestamente usaron los atacantes.