Decenas de familias seguían ayer aisladas en comunidades del Distrito Municipal La Victoria, en Santo Domingo Norte, debido a las crecidas de los ríos Ozama, Toza, Yuca y Cabón, por lo que el presidente Luis Abinader dispuso su asistencia alimentaria a la Defensa Civil, la Gobernación, el Plan Social de la Presidencia, el Ejército y otras entidades del Estado.

Unas 70 familias se encontraban atrapadas entre los citados ríos, en las comunidades Rancho Arriba y Solanita, debido a que las lluvias de los últimos días desbordaron los acuíferos.

Desde el pasado viernes brigadas de los organismos mencionados asisten a las familias llevando alimentos crudos y agua a través de botes.

El presidente de la Comisión Nacional de Emergencias y director de la Defensa Civil (DC), general Rafael Antonio Carrasco Paulino, E.R.D., informó que con las ayudas han sido beneficiadas 71 familias en la comunidad Rancho Arriba, la cual quedó incomunicada debido al desbordamiento de los ríos Toza, Cabón, Yuca y Ozama.

Asimismo dijo que unas 26 familias recibieron alimentos en la comunidad Solanita, la cual quedó anegada por el desbordamiento de la laguna del mismo nombre.

Los operativos han sido realizados con embarcaciones facilitadas por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales a través del Servicio Nacional de Protección Ambiental (SENPA), del Ejército de la RD, así como la yola del señor Nicolás Guillén, quien vive de la pesca y el transporte de personas por el río Cabón, en temporadas de lluvias. La asistencia la encabeza el propio director de la DC, con un control absoluto de las ayudas, a tal punto que tomó un bote para cruzar al otro lado y constatar que las raciones llegaran a cada una de las familias necesitadas.

El coronel Felipe Céspedes Tejera, de la Unidad Humanitaria de Rescate del ERD, llegó al lugar con 35 hombres y una Chalana, pequeña lancha que se utiliza en ríos, en nombre del jefe de esa institución, mayor general Florián Pérez, hasta tanto se pueda viabilizar el tránsito por tierra.

Según moradores de la zona, quedan aislados dos y tres veces al año, por lo que exigen del Gobierno la construcción de un puente sobre el río Cabón.