Para enamorar a una artista plástica de una poeta hay que acercarse despacio, cuando el atardecer comienza a suavizar los áridos límites de la realidad circundante y el oído ya puede percibir no solo el canto, los versos, las estrofas, sino el ritmo dulce o terrible del llamado del corazón de una poeta a otro corazón, que la desconocia, o no le esperaba.
Julia de Burgos entró por la ancha puerta del inmenso corazón de Belkys Ramírez, con su poema “A Julia de Burgos”, el cual le asombró por su audacia discursiva y modernidad. Era la primera vez que presenciaba el enfrentamiento entre dos mujeres que eran la misma, entre la voz nueva que luchaba por emerger de la cultura patriarcal que le definía y la libertad del ser que necesitaba nacer para decir su palabra, ocupar su lugar en el mundo.
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El poema de Julia a su mejor amiga dominicana, Thelma Fiallo de Cintrón, impactó profundamente a Belkys:
“Tú y yo somos del siglo. Del dolor
Del instante
Carne de corazón estrujado por sierpes
Somos de la voz nueva, alargada, instintiva
Que en idioma de avances habrá de estremecerse
Somos clamor de ahora. Puntales del Caribe
Sosteniendo el intacto pudor de nuestra gente
Saludo en ti mujer que en mi te reproduces
Dominicana sangre que se suelta y se extiende”.
Y, para Belkys Ramírez, la más callada de las artistas contemporáneas (su gozosa risa estaba reservada para los momentos íntimos que compartíamos grupalmente, con Jorge, Henry, Lourdes, Tulio y Antonio, en el malecón), el poema “Yo fui la más callada” se convirtió en su himno:
“Yo fui la más callada
De todas las que hicieron viaje
Hasta tu puerto
No me anunciaron lúbricas ceremonias sociales
Ni las sordas campanas de ancestrales reflejos
Mi ruta era la música salvaje de los pájaros
Que soltaban a los aires mi bondad en revuelo”.
Belkys aun desconocía los ensayos de Julia sobre los “tiranuelos Somoza y Carías”, y el “traidor Franco” y el poema donde Julia expresa su repulsa a la dictadura de Trujillo:
“Que ni muerto las rosas del amor te sostengan
General de la muerte, para ti la impiedad
Que la sangre te siga. General de la muerte
Hasta el hongo, hasta el hueso, hasta el breve gusano
Condenado a tu estiércol”.
Y le conmociona la inmensa valentía de Julia (solo comparable a la de Minerva), frente a la persecución política, los arrestos, los allanamientos de los aparatos políticos represivos
“Aquí estamos para vivir, no para morir
Se muere en la muerte, no en la vida
Y quien ha vencido la muerte, en cierto modo
No tiene derecho a entregarse”.
Belkys Ramírez realiza sus primeros grabados sobre Julia de Burgos en 1983, para el libro Julia de Burgos la Nuestra, de mi autoría, antes de comenzar su meteórica carrera de éxitos con el Gran Premio de la Bienal de Artes Plásticas de 1994, con su obra “De la misma madrera”. Una genialidad donde rescata la honda de David, o el tirapiedras de la infancia dominicana, para tirarle piedras a un panel donde aparecían los sujetos corruptos que han contaminado la nación durante siglos.
En los noventa comienzan sus experimentos combinando la xilografía, con la escultura y pintura en sus exposiciones:
“El tiempo de todavía”; “Aquí me quedo”; y “En tierra estéril convertida”, las cuales le ganaron su nominación a múltiples premios internacionales, entre ellos “El Premio Sonja Print Award”, de Noruega.
Creo poder afirmar que Belkys es la primera artista que hace de la Tercera Edad un tema recurrente (1987); y en las ocho exposiciones que realizó en los 90 (91,93,94,95,97,98,99), entre ellas: “Al derecho y al revés”; “Miedo Ambiente”; “Historias Ajenas”; “Diez Caras”; y “Caribe Insular”.
En 1997, su exposición “Inside” se expuso en Kassel, Alemania; y “Al Derecho y al Revés” en el “American Art and Resources Gallery” de Miami; en 1999, su obra “Al Alba del Siglo” se expone en Paris; en 1998 su “Caribe Insular, Fragmentación y Paraíso”, en Badajoz; en Puerto Rico, y en el ARADAC-Arrom Davis Hall de New York; en 1999 su exposición “Crossing Borders” se expuso en “Contemporary Art by Latin American Women”, del Castle Gallery de New York; y en el 2002, en ARCO, la Feria Mundial de Arte Contemporáneo de Madrid.
En el 2002, Belkys asombra al país con su instalación “De Mar en Peor”, donde 39 mujeres, tamaño natural, cuelgan del techo del Centro Cultural de España, contando, con sus cuerpos mutilados, su pelo, su mirada, la historia de sus vidas. Pasar entre ellas, era un desafío a la imaginación y los sentimientos encontrados, justo lo que ella pretendía.
Con estas exposiciones Belkys se había se había establecido como la artista contemporánea más importante de nuestro país, junto con sus hermanos Jorge Pineda y Toni Capellán, Generación de los 80, ambos idos a un desgarrador destiempo; y el Colectivo Quinta Pata, junto a otra gran artista, Raquel Paiewonsky.
El listado de exposiciones nacionales de Belkys alcanza una cincuentena, y el objetivo de estas palabras no es hacer un catálogo de toda su producción, sino contarles cómo se instaló la poeta nacional de Puerto Rico, luchadora independentista y militante de nuestra verdadera independencia, Julia de Burgos en el imaginario de Belkys, así como más tarde Julia logró instalarse en el corazón de quien aquí tenía la estatura para cantarle: Don Pedro Mir, quien le dedicó su poema épico: “A Julia sin Lágrimas”.
Las anécdotas que acompañan estos grabados son múltiples, siendo la principal que Belkys quería que sus trabajos tuviesen la misma dimensión de mis palabras, y así produjimos el libro más voluminoso de esos tiempos, y hubo que contratar un sastre para que cosiera las páginas, todas dificultades que ese gran amante del arte que fue Miguel Cocco, sorteó con la aguerrida personalidad que le caracterizaba en todos los frentes. A él también dedicó estas palabras.
Los grabados de Belkys sobre Julia de Burgos, joya muy buscada por bibliógrafos de todas partes, volverán a circular en una reedición de la Editora Nacional para la próxima Feria del Libro, gracias a la iniciativa de una editora honrada y seria: Margarita Marmolejos, su actual directora, cuya contratación es mérito de Milagros Germán.
Con su publicación rendimos un homenaje a nuestra amiga entrañable y hermana, Belkys Ramírez, como Julia de Burgos posiblemente desconocida por una juventud que generalmente ignora a sus grandes pensadores, sus grandes artistas y grandes mujeres.
Con la reedición de los grabados, en el libro “Julia de Burgos en Santo Domingo”, que se publicó con las ponencias de la intelectualidad Juliana que vino a participar en la celebración del centenario de Julia en el país que ella nunca pudo visitar, por razones obvias, damos inicio a los actos de desagravio a Puerto Rico y a Julia, por la destrucción de su busto en el parquecito Pellerano Castro, o de los enamorados, hoy también de Julia de Burgos.
En ese parquecito, rescatado por Julia para bodas, bautizos, ferias del libro y juegos de dominó, repondremos el corazón dominicano, donde siempre ha estado, en ese “Pájaro de dos Alas” de la poeta Lola Rodriguez de Tió, que son Puerto Rico y Cuba, o sea, en el mismo corazón de las Antillas Mayores.