Es una buena noticia, por supuesto, pero desde que la leí me hice la misma pregunta que, estoy seguro, se hicieron también muchos de ustedes: ¿Por qué no se hizo antes, si la venta de accesorios robados de vehículos se hace a la vista de todo el mundo, empezando por las autoridades responsables de impedirlo?
Un poco de voluntad sería suficiente para cambiar eso, como acaba de demostrar la Policía Nacional, que ayer informó la recuperación de miles de accesorios robados por una banda que operaba en distintos sectores del Distrito Nacional.
Según la institución del orden estos fueron recuperados en una tienda de repuestos “clandestina” en Villa Juana, y eran tantos que según cálculos de la encargada de Robo pertenecían a mas de 500 vehículos; tres individuos fueron apresados durante el operativo, que en las próximas horas serán sometidos a la acción de la justicia.
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El anuncio, como era de esperarse, ha disparado las expectativas de las víctimas de recuperar los accesorios que les fueron sustraídos, algunos de los cuales ya iniciaron diligencias en la sede de la institución; desgraciadamente, muchos ciudadanos no los denuncian debido a la falta de confianza en que la Policía podrá recuperarlos y devolvérselos.
Eso podría estar cambiando y ojalá que así sea, pero en este país de colindancias y complicidades cuesta mucho creer que un negocio tan lucrativo, que ha operado durante tantos años con total impunidad, puede eliminarse de raíz de un día para otro.
El deseo de todos, y mas que nadie de los propietarios de vehículos que, en la mayoría de los casos, se adquieren con grandes sacrificios de las familias, es que el operativo realizado en Villa Juana sea el primero de muchos, o mejor dicho de todos los que sean necesarios para liquidar ese ilegal negocio de manera definitiva.
Pero será el tiempo el que dirá si tenemos derecho, desde nuestra indefensión, a esa esperanza. Que si lo piensan bien, no es pedir demasiado.