Pese al grito casi generalizado de que la “cosa tá mala” en el país, a tan solo dos meses de iniciar el 2024 dominicanos desafían sus limitaciones económicas, sin importar su nivel adquisitivo, para “darse el gusto” de ver a sus artistas preferidos en escena.
No hay dudas de que los espectáculos se han convertido en parte fundamental de la cultura del entretenimiento de Dominicana y, de hecho, viajeros también están haciendo turismo combinado en ese sentido, para aprovechar las bondades de una escena local que se ha convertido en un destino predilecto para los artistas más cotizados de la industria.
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Así lo confirman las presentaciones a casa llena, entre enero y febrero, de los ídolos de multitudes Andrea Bocelli, Juan Luis Guerra y Luis Miguel, quienes abarrotaron la escena local con boletas entre los tres mil y pico hasta 30 mil pesos.
Más allá de esas funciones, la industria sigue extremadamente rentable, tanto es así que la cantante colombiana Karol G. logró dos “sold outs” para el viernes 15 y sábado 16 de marzo, con precios que oscilan entre 3,770 y 31,235 pesos.
Pero la cosa no termina aquí, porque ya empresarios artísticos han dejado entrever que otras súper estrellas iluminarán con su canto el país en el transcurso del año.
Musicalmente hablando, Santo Domingo también es tierra fértil para algunos cantantes que ni siquiera están sonando en este momento, como Paulina Rubio, quien se presenta esta noche en el teatro La Fiesta del hotel Jaragua, o como “Lucero y Mijares”, quienes van al Teatro Nacional Eduardo Brito el 6 de abril próximo.
Figuras de la talla de la española Vanesa Martín, una estrella poco conocida entre tanta contaminación acústica, también repite en RD como otras tantas figuras internacionales.