Madrid.- Cinco españolas que han superado el cáncer de mama se han unido para cruzar en velero el Océano Atlántico en dos semanas, con el objetivo de demostrar que, pese a la enfermedad sufrida, la vida está llena de retos, sueños y aventuras.
Carmen Peláez, Marian Santiago, Patricia Alonso, Susana Laguarda y Yolanda Preciados son las protagonistas de este desafío, que coincide mañana con el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, el que más afecta a las mujeres, con un índice de supervivencia del 85 por ciento.
Las cinco mujeres hablaron con Efe y coincidieron en que han extraído aspectos positivos del cáncer al que han derrotado, y que ahora valoran más “las cosas pequeñas”, sin dar importancia a “las cosas banales».
Este proyecto, organizado por una compañía de seguros y respaldado por la Fundación “Vencer el Cáncer”, quiere trasladar un mensaje de esperanza, lucha y superación.
La travesía se realizará desde el 16 de noviembre, cuando el velero salga de Tenerife (Islas Canarias) rumbo a la Martinica, donde está previsto que llegue el 1 o el 2 de diciembre. Las expedicionarias volverán a España el 5 de diciembre.
Entre el 28 de octubre y el 5 de noviembre las participantes realizarán sesiones de entrenamiento en el velero Cannonball, en Valencia, en el Mediterráneo y desde donde partirán rumbo a Tenerife.
Carmen Peláez tiene 57 años, es médico, vive en Madrid, está casada y tiene dos hijos. “Cuando vi el proyecto pensé que estaba hecho para mí, espero disfrutarlo y transmitir la idea de que tras el cáncer se puede vivir y salir reforzada en todos los niveles”, declara.
Marian Santiago, 46 años, sargento de la Guardia Civil de Tráfico, trabaja en Huesca y tiene pareja, sin hijos. “Para mí este reto es una parte más de superación personal y lo hago también para dar ánimo a las chicas que están pasando lo mismo que pasé yo”, afirma.
Patricia Alonso, de 38, bióloga, casada con dos dos hijas pequeñas, vive en Palma de Mallorca, “Espero que este proyecto llegue al mayor número de personas posible, que vean que el cáncer se puede superar y que puedes seguir con una vida plena tras pasar la enfermedad”, asegura.
Susana Laguarda, 42 años, guardia civil, de Madrid, tiene pareja, sin hijos. “Cuando estaba enferma me dije que nunca me iba a poner límites y esto es una forma de demostrarlo. El cáncer me ha quitado mucho, como la posibilidad de tener hijos, pero también me ha enseñado a disfrutar de las pequeñas cosas”, confiesa.
Yolanda Preciados, 50 años, empresaria del sector inmobiliario, de Pamplona, aunque vive en la Costa del Sol. Casada y con un hijo. “Tras la enfermedad tomas conciencia de las prioridades y de lo importante que es ser feliz y vivir. Yo hago un esfuerzo de conciencia continua para sacar el jugo a cada segundo de mi vida”, manifiesta a modo de declaración de principios.