Merilenny Mueses 
Arte, Félix Rojas.
Villa Juana es catalogado por sus propios habitantes como uno de los barrios más peligrosos de Santo Domingo. Los asaltos, el microtráfico de drogas y la violencia forman parte de su realidad diaria.
Sin embargo, como parte de la serie especial Hoy en tu barrio, observamos que en medio de esa penumbra, el Club Mauricio Báez se ha convertido en un refugio para la juventud, ofreciéndoles un escape a través del deporte, la educación y la cultura.
Club Mauricio Báez: cuna de grandes estrellas
Este recinto, ubicado en la calle Mauricio Báez, no solo ha formado a atletas de alto nivel, sino que también ha sido un espacio de recreación para figuras de distintos ámbitos, como el expresidente Leonel Fernández.
“Él venía aquí y jugaba un 21 y un 3 para 3, es decir, en el juego en sentido general del baloncesto, como decimos nosotros, él lo que fue es veintiunero, porque él no jugaba en equipo 5 para 5, sino que era 3 para 3, 2 para 2”, recordó José “Bollón” Domínguez, presidente del Club, al ser entrevistado por periodistas del Hoy Digital para la serie especial Hoy en tu barrio.
Además, el Club Mauricio Báez ha sido cuna de estrellas del deporte que han alcanzado la inmortalidad en el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, entre ellos el propio Bollón Domínguez y sus dos fundadores, Nelly Manuel Doñé y Leo Corporán.
“Los mejores atletas nuestros (de República Dominicana) han salido de barrios populares, y eso le dice al muchacho que aquí hay futuro en el deporte, que tú puedes ser una buena persona y puedes crear una buena familia a través de ser deportista. El deporte te brinda beca, facilidades”, expresó.
Un espacio para el desarrollo de los jóvenes
Pero el Club Mauricio Báez es más que un polideportivo. Es un espacio integral donde los jóvenes tienen acceso a educación, salud y cultura.
“El joven que vive en Villa Juana y quiere progresar en la vida, en el Mauricio Báez lo tiene todo. Tenemos educación primaria y secundaria, y si eres estudiante meritorio, la Fundación Mauricio Báez te cubre con becas universitarias. También contamos con un centro médico que el gobierno va a convertir en una emergencia pediátrica 24 horas y con una de las bibliotecas más grandes que tiene el país”, explicó Bollón Domínguez.
El club ha servido como refugio frente a la delincuencia y el consumo de drogas. “Ha sido un escape para la juventud de esas cosas malas que les venden. Aquí el dinero no es tan fácil, pero no conlleva problemas ni peligro de muerte, como en esas bandas que se han puesto de moda”, añadió.
El desafío de la delincuencia
No todo es miel sobre hojuelas, a pesar de los esfuerzos del club y las conversaciones con la Policía Nacional, la delincuencia en Villa Juana sigue siendo un problema serio.
“Es innegable que la delincuencia en nuestro barrio es un problema serio, y una delincuencia de menores que es incontrolable, porque tú los denuncias a la Policía y cuando los llevan detenidos, son menores de edad y mañana están en la calle en el mismo trajín”, lamentó Bollón.
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El horario escolar extendido también ha tenido un impacto en la asistencia de los jóvenes al club. Según explica, los estudiantes salen de clases a las 4:00 de la tarde y, después de llegar a casa, muchas veces ya es tarde para ir al club.
“Los padres no los quieren dejar venir porque saldrían a las 7:30 de la noche, cuando ya está oscuro. A veces la Policía no tiene suficientes motores para patrullar, y se nos complica la cosa”, explicó.
Aunque Bollón reconoce los esfuerzos del cuerpo del orden, refiere que la inseguridad sigue presente. “Son muchas cosas que se conjugan ahí para darle seguridad a la barriada, que salgamos con la seguridad de que podamos volver a la casa sin que nos quiten un relojito o un celular. A veces los padres compran un teléfono para poder tener contacto con sus hijos, aunque sea un ‘maquito’, y se lo quitan. Si no lo dan, los pueden maltratar, les pueden dar una puñalada, como ha sucedido en este barrio. La delincuencia nos está arropando”, expresó con preocupación.
Para evitar que los jóvenes sean víctimas, el club imparte charlas sobre seguridad y prevención del delito. Bollón Domínguez, además, aplica esas enseñanzas en su propia vida.
“A Bollón también la delincuencia le marcha, porque ya los nuevos delincuentes no saben quién es ni qué ha hecho en Villa Juana, sino que esto es un viejo más que anda en la calle y tiene que tener ahí un teléfono. Entonces, Bollón, que entiende todo eso, se va temprano para su casa, porque entiendo que debo evitar que los muchachos me sorprendan”, comentó en tono jocoso a periodistas del periódico Hoy.
El nacimiento del club y su evolución
El Club Mauricio Báez inició con una simple cancha de tierra y una escuela primaria de tres aulas, donde los jóvenes bachilleres daban clases de manera gratuita. Posteriormente, solicitaron al entonces presidente Joaquín Balaguer la construcción de la escuela primaria.
“Las cosas no han sido fáciles. Ahora vemos al Mauricio con muchísimas cosas, pero el club nació con una canchita. Los fundadores se robaron un terreno baldío y se metieron e hicieron una cancha de tierra, hasta que apareció la dueña. Entonces, Balaguer, a través del ingeniero Bienvenido Martínez Brea, le compró el primer solar por 10,000 pesos en 1963. Nosotros empezamos en una cancha de tierra”, relató Bollón.
Nuevas disciplinas
En los últimos años, el club ha expandido sus disciplinas deportivas, atendiendo la demanda de la juventud del barrio.
“El entusiasmo de las jovencitas por el voleibol creció con las Reinas del Caribe, y nosotros, como club, que también debemos atender lo que quiere la juventud, iniciamos un proyecto de voleibol que tiene alrededor de 50 niñas”, explicó.
Pero el baloncesto sigue siendo el deporte estrella en Villa Juana. “Aquí todo el muchacho quiere ser basquetbolista”, afirmó.
Más que un club, una esperanza
El Club Mauricio Báez, que abre sus puertas de 8:00 de la mañana a 10:00 de la noche, no solo ha sido un espacio de formación deportiva, sino una alternativa real para cientos de jóvenes que buscan alejarse de la delincuencia y construir un mejor futuro.
“Hemos logrado casi erradicar el uso y la venta de estupefacientes en Villa Juana. Nosotros entendemos que uno logra que la juventud salga a camino educándolos”, afirmó Bollón.
Sin embargo, el desafío sigue latente. Aunque la delincuencia persiste en las calles, el club se mantiene como un bastión de oportunidades en un barrio donde, muchas veces, las opciones son limitadas.
Según cuenta Bollón, en el Club Mauricio Báez el deporte no solo es un juego, es una oportunidad de vida.
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