El comisionado ejecutivo para la reforma de la Policía Nacional, José Vila del Castillo, reveló ayer que en el proceso para el adecentamiento de la institución han tenido que luchar contra lo que denominó “el elefante blanco y la lacra de la corrupción”.
Se trata, dijo, de una estructura que cobraba por nombrar en los puestos policiales, decidir los traslados, los ascensos, cobrar las pensiones, renovar los uniformes y las armas, y otras irregularidades.
Al participar como expositor en el seminario internacional sobre Seguridad Ciudadana, realizado en la Biblioteca Pedro Mir, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Vila del Castillo, dijo que en la policía había una corrupción interna, institucional y sistémica dirigida desde la propia Dirección General hasta el último raso.
“Lo digo así de claro, una corrupción histórica, sistemática, llevada de un director a otro, impulsada desde la cabeza, obligando al último raso a pertenecer a ella, y todos los que no pertenecían al sistema fueron apartados, perseguidos o enviados a pequeñas oficinas», subrayó.
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Agregó que también había una “desarticulación progresiva” entre distintas instituciones que no tienen que ver con la seguridad pública, debilitando constantemente a propósito, sus capacidades; y un uso espurio de sus obligaciones en persecución de los derechos civiles.
Dijo que todo eso motivó que en mayo pasado tuvieran que cambiar “de arriba a abajo la cúpula de la Policía”, y poner a generales y coroneles alineados con el espíritu de la transformación.
Afirmó que por primera vez en décadas, en el 2022 todos los ascensos avalados por el presidente Luis Abinader “fueron limpios y transparente”.
Resaltó que en ocho meses, en gran parte de la Policía se está reconstruyendo todo lo que fue desmantelado por anteriores presidentes, ministros y directores , y hay mejoras en gestiones financieras, auditoría de personal y otros.