Establecer reglas claras y ser consistentes en la crianza de los hijos, es la clave para corregir a un niño sin recurrir al castigo físico, coincidieron las psicólogas Diana Pérez, Virginia Pardilla y Rosa del Rosario.
Criar a un ser humano requiere de paciencia y firmeza. A veces, algunos padres enojados por una mala conducta de su hijo descarga esta emoción dándoles pelas.
Para Pardilla, directora de MLC School, hay varias maneras de reforzar la conducta «sin acciones que laceran el alma», propone «una corrección desde el respeto, desde el amor donde estén claras las reglas establecidas en el hogar».
La psicóloga advirtió que algunos progenitores creen que los niños por sí solos deben entender cuál es el buen comportamiento, cuando son ellos quienes deben dialogar con sus hijos y enseñarles cuáles son las reglas de hogar y cuál es el régimen de consecuencia ante la mala conducta, que nunca debe ser el castigo físico.
Para Pérez, quien es directora del colegio Mi Pequeño Bebé, no se debe castigar a los hijos con violencia por su comportamiento, ya que «esto puede causar en los niños algunos traumas en su desarrollo, maltrata su autoestima, causa estrés y si lo lleva al extremo puede causar daños en el desarrollo del sistema nervioso».
Convida a los padres a fijar su posición y mantenerse firmes ante cualquier evento que cometa el niño y no esté bien.
«Es importante fijar castigos a los niños de acuerdo a sus edades, algunos de los castigos que podemos imponer a nuestros hijos son, tiempo fuera, alejamos al niño a un rincón por tiempo definido, retirar al niño algún juguete de su preferencia, reducir o eliminar por tiempo definido objetos tecnológicos como el televisor, el teléfono, tablet o computadora, entre otros».
Rosa del Rosario, profesora de Psicología en la Universidad Organización y Métodos (O&M), entiende que «los padres deben ser objetivos, tienen que ser firmes, que si dijo algo ahora, no digan otra cosa luego, los padres deben tener una firmeza».
Rosario indicó que si hay un régimen de consecuencia para una mala conducta el padre debe aplicarla sin importar su estado de ánimo. Señala que en ocasiones, cuando los padres están cansados dejan pasar por alto un mal comportamiento o en el peor de los casos, recurren al castigo físico porque no tienen el tiempo para conversar con los hijos.
Las especialistas de la conducta señalaron que darle una buena crianza a un hijo, amerita tiempo, paciencia y firmeza.