Jalen Brunson registró 38 puntos, nueve rebotes y siete asistencias, al disputar los 48 minutos de un partido de vida o muerte, y los Knicks de Nueva York doblegaron ayer miércoles 112-103 al Heat de Miami en el quinto duelo de las semifinales de la Conferencia Este.
Con aproximadamente cinco minutos para el final, el entrenador del Heat, Erik Spoelstra, cambió su estrategia.
Hizo que los jugadores del Heat cometieran una falta contra el centro de los Knicks, Mitchell Robinson, para enviarlo a la línea de tiros libres.
Robinson, quien disparó 48% en la línea esta temporada, acertó 3 de sus 4 intentos antes de ser eliminado del juego.
Aunque la estrategia fracasó, el Heat no se inmutó. Duncan Robinson mantuvo al Heat en el juego con un triple decisivo. Terminó con 17 puntos y se fue 5 de 10 desde más allá del arco.
Con Miami perdiendo por 6 puntos con 1:31 por jugar, el escolta de los Knicks, Quentin Grimes, realizó la jugada de la noche. Después de enredarse en la defensa y caer al suelo, Grimes, que claramente estaba dolorido, se recuperó lo suficiente como para robarle el balón a Butler.
Los Knicks frustraron el primer intento del Heat por resolver la serie. El próximo juego será efectuado en la ciudad de Miami.
Miami sería apenas el segundo equipo que, tras avanzar a los playoffs como octavo preclasificado, se cuela en la final de conferencia.
Ahora, la serie va de regreso a Miami, donde el sexto encuentro se llevará a cabo el viernes por la noche.
RJ Barrett añadió 26 puntos y Julius Randle logró 24 por los Knicks, quintos en la preclasificación, quienes permanecieron con vida y con la esperanza de disputar una final de conferencia por primera vez desde 2000. Nueva York avanzó a aquellas instancias luego de eliminar al Heat en siete partidos de la semifinal del Este.