P: ¿Cuándo debemos ser cuidadosos con el consumo del ajo?
R: El ajo (Allium sativum), se ha utilizado por siglos como condimento en la preparación de alimentos y como agente terapéutico para varias aplicaciones.
Existe evidencia de que el ajo controla los niveles sanguíneos de colesterol, disminuyendo el colesterol-LDL (“colesterol malo”) y, debido a su efecto antioxidante, evita que este último sea oxidado y forme una placa aterosclerótica en las paredes de las arterias.
No tiene ningún efecto sobre el colesterol-HDL (“colesterol bueno”) ni sobre la glucemia; pero reduce los niveles de triglicéridos y las cifras de la presión arterial, con resultados variables en cuanto al descenso de las mismas. Al respecto, en otro reporte se encontró aumento significativo de las HDL en 3.55 mg/dL, en un estudio realizado en pacientes con diabetes mellitus-2 que consumieron ajo por un período de 12 semanas (Ashraf R y col. J Ayub Med Coll Abbottabad 2005).
Por otro lado, el ajo “diluye la sangre”, evitando que las plaquetas se agrupen y formen coágulos que podrían provocar una trombosis o embolia a nivel cardíaco, cerebral o pulmonar, poniendo en riesgo la vida del paciente.
En tal sentido, el consumo de ajo en exceso podría aumentar el riesgo de sangrado; y este efecto se incrementa cuando se asocia con el uso de ciertos medicamentos anticoagulantes, como warfarina, clopidogrel, ácido acetil-salicílico (aspirina), igual que con el ibuprofeno y el naproxeno.
En tal sentido, se recomienda evitar el consumo simultáneo de ajo, sobre todo en grandes cantidades (2-4 “dientes de ajo” al día), junto con estos medicamentos, dado el potencial riesgo de hemorragia.
Además, debe restringirse su consumo por lo menos una semana antes de los procedimientos quirúrgicos, para evitar hemorragias postoperatorias.
En octogenarios se ha documentado la presencia de hematoma epidural espontáneo, atribuido a la ingesta de ajo.
También los pacientes afectados de tuberculosis que toman isoniacida, deben controlar el consumo de ajo, porque puede disminuir las concentraciones terapéuticas de este fármaco.
Finalmente, debido a los beneficios para la salud que ofrece este condimento, usted no tiene que eliminarlo de su alimentación, salvo casos de alergia o intolerancia; pero, si toma alguno de los medicamentos antes señalados, ¡cuidado con el ajo! Consulte a su médico.