Consultorio De Nutrición

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P: ¿Qué opina usted sobre el uso de suplementos de vitaminas y minerales en la población sana?

R: Estos suplementos dietéticos generalmente se disponen en forma de cápsulas, pastillas, polvos o líquidos; y están pensados para tratar estados deficitarios causados por enfermedades, en el embarazo y la lactancia, y cuando la alimentación es deficitaria.

La mejor fuente de vitaminas y minerales son los alimentos de una dieta equilibrada y variada; pero la industria promueve su consumo en forma de suplementos nutricionales argumentando que nuestra alimentación no suple nuestros requerimientos diarios, debido a que las frutas, las verduras frescas y los granos integrales han sido reemplazados por jugos industrializados, bebidas azucaradas y granos refinados, o porque la prisa de la ciudad impide el acceso a una dieta saludable. Además, se afirma (sin base científica) que estos suplementos pueden prevenir y/o curar algunas enfermedades, como cáncer, diabetes, enfermedades infecciosas y cardiovasculares.

Los principales consumidores de estos productos son las personas que mejor podrían alimentarse debido a su mayor poder adquisitivo.

El Instituto de Medicina y las Academias Nacionales de Estados Unidos han establecido un límite diario máximo tolerable para estos nutrimentos, sin afectar la salud, que en las personas mayores de 18 años corresponde a: vitamina A (3,000 microgramos= 10,000 U.I.), vitamina C (2,000 mg), vitamina D (100 microgramos= 4,000 U.I.), vitamina E (1,000 mg= 1,500 U.I.), niacina (35 mg), vitamina B6 (100 mg), ácido fólico (1000 microgramos); calcio (2500 mg, y 2,000 mg para los mayores de 50 años), hierro (45 mg) y magnesio (350 mg).

Entonces, antes de elegir un suplemento nutricional debemos conocer cuál es el aporte de nuestra dieta, considerando que muchos alimentos ya han sido fortificados. ¿Qué sucedería si sobrepasáramos el límite tolerable? En el caso del calcio habría estreñimiento, interferencia con la absorción de hierro y zinc, y mayor riesgo de cálculos renales; el hierro provocaría malestar gastrointestinal, menor absorción del zinc e incluso podría causar fallo multiorgánico, estado de coma, convulsiones y muerte; el exceso de ácido fólico podría enmascarar la deficiencia de B12 y habría mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal; mientras que el exceso de vitamina D causaría confusión, problemas en el ritmo cardíaco y hasta la muerte. No todo lo que brilla es oro. Consulta a tu médico.

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