P: ¿Por qué los enfermos de cirrosis deben consumir una dieta rica en fibras?
R: En la cirrosis hepática, la función de filtración normal del hígado se deteriora y la sangre que llega del intestino no es debidamente desintoxicada de los productos de desecho de la digestión.
Estos productos tóxicos pasan al cerebro y causan encefalopatía hepática (EH), caracterizada por desaceleración mental, confusión, somnolencia excesiva, dificultad para hablar y, en los casos graves, el enfermo puede entrar en coma (Colegio Americano de Gastroenterología, 2012).
El amoníaco forma parte de esas toxinas involucradas en la EH; procede principalmente del intestino, y en el hígado se convierte en urea. Pero el hígado fibrótico (cirrosis), no puede remover bien el amoníaco, el cual aumenta en sangre y entra al cerebro, alterando su funcionamiento normal.
1- Los pacientes con cirrosis deben evitar el estreñimiento, consumiendo una dieta rica en fibras a base de alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, granos integrales y leguminosas) y reduciendo los alimentos de origen animal. Cuando se incrementa la fibra en la dieta, su fermentación disminuye el pH del colon favoreciendo la excreción de amoníaco en vez de su absorción y acelera el tránsito colónico (Bosscher D y col. J Physiol Pharmacol. 2009).
2- En la cirrosis no se debe reducir el consumo de proteínas sino administrar proteínas de origen vegetal, asociadas naturalmente a la fibra dietética.
3- Las bacterias intestinales (microbiota) son capaces de producir la mayoría de los neurotransmisores que se encuentran en el cerebro humano, y es evidente que influyen en el comportamiento (Abreu A, j.rgmx.2021).
4- Las fibras fermentables (gomas, mucílagos, pectina, etc) mantienen la diversidad de la microbiota intestinal, y podrían reducir la absorción intestinal de amoníaco de una manera similar a la lactulosa (Bemeur C y col. Hepatology. 2013).
5- El uso de fibra dietética como medida terapéutica única contra la EH no ha sido estudiado; pero una dieta alta en fibra permite el incremento concomitante de la ingestión de proteínas (ricas en aminoácidos de cadena ramificada) y aumenta la masa muscular, cuyas células son capaces de metabolizar el amoníaco y reducir el riesgo de EH.
Si padeces de cirrosis hepática debes consumir una dieta alta en fibras. Visita al nutriólogo.