P: ¿Sabías que los alimentos feos son nutritivos y embellecen nuestro cuerpo?
R: ¡Hola!, ¿Cómo estás? —Aquí, como el pan chiquito (nadie lo quiere). La apariencia es la primera impresión que recibe el consumidor para seleccionar y comprar un alimento. Sin embargo, la calidad nutricional no depende del aspecto. La apariencia (color, olor, forma y tamaño) de un alimento fresco está influenciada por el clima, el riego, el suelo o la variedad durante el proceso de crecimiento. Aunque la manzana tenga una mancha o la naranja no sea redonda o el rábano tenga varios picos o la zanahoria, tres raíces o el pepino sea muy curvado o el plátano sea pegón, todos conservan su valor nutrimental.
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¡Son feos por fuera, pero nutritivos y bellos por dentro! La lechuga que ha sido picada por los insectos es más segura porque no ha sido fumigada con pesticidas. Los alimentos menos agraciados estéticamente son los más naturales, y su consumo evita el desperdicio de comida. ¿Has saboreado el caldo de “pico y pala” sabor a pichirrí, la sopa de pata de vaca o la deliciosa salsa casera de tomates muy maduros? No desprecies al yogur por su aspecto; es más nutritivo y saludable que la leche, contiene más proteínas, se tolera mejor y sus lactobacilos preservan la biodiversidad de la microbiota intestinal. Los molondrones son ricos en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibras; controlan el colesterol y los triglicéridos, y disminuyen el riesgo de obesidad, diabetes mellitus, estreñimiento, hemorroides y enfermedades cardiovasculares.
La tayota (chayote) y el pepino son saludables, también. En nuestro país se desperdician cada semana en promedio 1,127,468 kilogramos de alimentos: 93% en la producción y 7% durante la comercialización y el procesamiento (FAO, 2016). Las Guías Alimentarias Basadas en Sistemas Alimentarios (GABSA) del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social recomiendan reducir el desperdicio de alimentos, aprovechar todas sus partes comestibles, consumir las especies criollas y fomentar la reducción del uso de plásticos (MISPAS, octubre 2023). Las apariencias engañan. ¡Feo, pero nutritivo y sabroso!