Consultorio de Nutrición: Bebidas azucaradas

Consultorio de Nutrición: Bebidas azucaradas

Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Sabía usted que las bebidas azucaradas pueden elevar el ácido úrico en sangre?

R: Las bebidas azucaradas (gaseosas, jugos de fruta, te, café) constituyen la principal fuente del azúcar agregado a la dieta; y se consideran como un factor de riesgo importante asociado a la epidemia de obesidad y diabetes, síndrome metabólico, hipertensión arterial, elevación del colesterol y los triglicéridos en sangre, cáncer de mama y del colon-recto (Malik VS, Nature Review, 2022).

Una porción de 12 onzas (355 mL) de bebida gaseosa contiene 35-37.5 gramos (1.2-1.3 onzas) de azúcar y aporta 140-150 calorías. Además, tanto el azúcar de mesa como la miel y el jarabe de maíz alto en fructosa (utilizado como endulzante de las bebidas gaseosas) contienen fructosa, el único azúcar que aumenta la producción de ácido úrico en el hígado.

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La elevación crónica del ácido úrico en sangre (hiperuricemia) favorece su precipitación en las articulaciones de los dedos de las manos y los pies causando una artritis muy dolorosa (artritis gotosa), que afecta al 1-2 % de los adultos en los países desarrollados, y constituye el tipo de artritis inflamatoria más común en los hombres.

Se ha demostrado que la hiperuricemia precede al inicio de la obesidad y la diabetes, siendo un factor de riesgo de padecer enfermedades renales (cálculos, enfermedad renal crónica), síndrome metabólico, hipertensión arterial y otras enfermedades cardiovasculares (Nakagawa T, Nat. Clin. Pract. Nephrol. 2005).

Los niveles muy altos del ácido úrico se han relacionado con una reducción del óxido nítrico (relajante de las arterias), lo cual podría explicar parcialmente el vínculo entre las bebidas azucaradas que contienen fructosa, y la enfermedad coronaria.

De esta forma, la presión arterial se eleva porque las arterias ofrecen mayor resistencia al flujo de la sangre. Por lo tanto, se deben implementar políticas sanitarias tendentes a reducir el consumo de bebidas azucaradas, regulando su expendio en los centros educativos y de salud, y en su entorno. ¡Cuídate, hermano mío!