Consultorio de Nutrición: ¿Cómo manejar la sarcopenia en los envejecientes?

Consultorio de Nutrición: ¿Cómo manejar la sarcopenia en los envejecientes?

Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Cómo manejar la sarcopenia en los envejecientes?

R: El 1ro. de octubre se conmemora el “Día Internacional de las Personas de Edad”, instituido por las Naciones Unidas para reivindicar los derechos de este grupo poblacional y sensibilizar sobre la importancia de erradicar los prejuicios contra los adultos mayores. La sarcopenia, una enfermedad que comienza a los 40 años de edad, se caracteriza por una “pérdida progresiva y generalizada de la masa muscular, la fuerza y el rendimiento físico” asociada con el envejecimiento; y puede ser incapacitante en un grado variable, porque al relacionarse con el síndrome de fragilidad aumenta el riesgo de caídas, declive funcional, discapacidad, dependencia, institucionalización e incluso la muerte. El envejecimiento y la obesidad cursan con un estado inflamatorio de bajo grado (aumento de citoquinas y factor de necrosis tumoral alfa) que puede causar una pérdida de masa muscular y disminución de la fuerza. La obesidad sarcopénica, también, provoca una infiltración de grasa en los músculos que disminuye su capacidad para contraerse.

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La inactividad física, la desnutrición, el tabaquismo, la duración extrema del sueño y la diabetes se asocian con un mayor riesgo de sarcopenia. En sólo diez días de encamamiento un adulto mayor sano pierde 10% de su masa muscular (2.2 lb); y si está enfermo y encamado tres días serán suficientes para perder 2.2 lb o más de músculo. Sin embargo, un adulto joven en 28 días de inactividad apenas perderá 2% de masa muscular. Los ejercicios físicos de resistencia ayudan a prevenir la sarcopenia durante el encamamiento de los envejecientes, combinados con una alimentación nutritiva y saludable, rica en proteínas (suero de la leche), vitaminas (D, C y complejo B) y nutrimentos inorgánicos (hierro, calcio, magnesio, potasio, selenio, zinc). La inflamación del envejecimiento podría mejorar consumiendo alimentos ricos en omega-3 (salmón, atún, sardina y nueces) o usando suplementos de omega-3, ya que en la mayoría de los adultos mayores de 50 años la dieta no alcanza a cubrir sus requerimientos diarios (1.1 g para las mujeres y 1.9 g para los hombres).

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