P: ¿Cuál es el valor nutricional del plátano, y por qué dice la gente que contiene «bruteína»?
R: El plátano, el rulo y el guineo, pertenecen a la familia de las musáceas, unas de las primeras plantas nutritivas cultivadas por el hombre. Las musáceas son citadas en los antiguos textos hindúes, chinos, griegos y romanos; pero según los estudiosos el plátano es originario del sureste de China e Indochina.
Los poetas y sabios hindúes cantaban debajo del platanal; de donde deriva su nombre científico: «Musa paradisíaca», que significa musa sapientum o alimento de la sabiduría. En la actualidad, existen más de 200 variedades diferentes de plátano, siendo el cuarto cultivo más importante del mundo, después del arroz, el trigo y el maíz.
Las primeras plantas fueron traídas a la Isla Hispaniola por los conquistadores, desde las Islas Canarias.
El plátano es un alimento muy noble, ya que es bien tolerado por niños, embarazadas, lactáreas y envejecientes. Media taza de plátano, apenas aporta unas 80 calorías, procedentes esencialmente del almidón (polímero de glucosa: combustible energético del cerebro, glóbulos rojos, riñones, músculos y corazón). Este alimento contiene muy poca cantidad de proteínas y de grasa. Es rico en potasio, fósforo y magnesio, nutrimentos necesarios para el buen funcionamiento del sistema nervioso, la contracción muscular y el sistema inmune. Su contenido de almidón y fibra le confieren un poder saciante. Además, ayuda a prevenir y controlar la hipertensión arterial, porque es pobre en sodio, pero rico en potasio y magnesio. Favorece la cicatrización de las úlceras pépticas, debido a que contiene vitaminas A y C, en adición a dos substancias anti-inflamatorias: taninos y leucocianidina (bioflavonoide). Este alimento debe hervirse con su cáscara para evitar las pérdidas de vitaminas y minerales.
El plátano verde (caldo o mangú) sirve para controlar la diarrea, debido a su alto contenido de electrolitos (magnesio y potasio) y al poder astringente que tienen sus taninos y fibras solubles (pectinas). Por el contrario, el plátano maduro es mejor para el estreñimiento, porque actúa como un laxante suave. Finalmente, el plátano, lejos de contener una tal «bruteína»- invención de algún tarado- le provee energía al cerebro en forma de glucosa; y además, contiene tres neurotransmisores importantes: noradrenalina, dopamina y serotonina !
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