Consultorio de Nutrición: Enfermedades crónicas y la falta de sueño

Consultorio de Nutrición: Enfermedades crónicas y la falta de sueño

Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Qué relación existe entre las enfermedades crónicas y la falta de sueño?

R: Las enfermedades crónicas se conocen como “enfermedades del estilo de vida” y están relacionadas con estados inflamatorios que dañan el cuerpo, tales como la falta de sueño, el sedentarismo, la alimentación insana (alimentos ultraprocesados, comidas rápidas, toxinas, preservantes y contaminantes alimentarios), los hábitos tóxicos (tabaco, alcohol y consumo de drogas ilícitas), el estrés laboral y las relaciones interpersonales tóxicas. Según los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC, siglas de su nombre en inglés) de los Estados Unidos la falta de sueño es un problema de salud pública; pues, entre 50 y 70 millones de adultos norteamericanos tienen trastornos del sueño. Un sueño suficiente (7-8 horas diarias) y de calidad mejora el estado de ánimo al despertar y nos mantiene llenos de energía durante todo el día.

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Según los especialistas en sueño, dormir bien es una de las actividades más antiinflamatorias que se conocen. La costumbre de ver televisión, justo antes de acostarse o incluso en la cama, supone un estímulo luminoso que reduce la producción de melatonina (la hormona natural del sueño producida en la oscuridad); e incluso, el consumo de bebidas estimulantes (café, bebidas de cola) antes de acostarse y la realización de actividad física intensa dos horas antes de dormir, pueden afectar la calidad del sueño. Los efectos acumulativos de la falta de sueño influyen sobre actividades metabólicas y causan aumento de peso, trastornos afectivos, emociones estresantes y aumento de las necesidades de nutrimentos. Los problemas del sueño pueden contribuir a la aparición de enfermedades como hipertensión, enfermedad cardíaca, depresión y diabetes; agravan la inflamación y el estrés causados por el agitado estilo de vida del siglo XXI.

El sueño influye sobre el equilibrio del ritmo circadiano de 24 h, alterando el equilibrio hormonal, anímico, inmunitario, orgánico y digestivo. En resumen, la falta de sueño puede afectar el funcionamiento de todo el cuerpo, causando un estado de inflamación prolongada que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades crónicas. ¡Duerme más y mejor!