P: ¿Cómo podemos prevenir y controlar las enfermedades renales?
R: Los riñones están encargados de controlar la presión, los electrolitos (sodio, potasio, fósforo, calcio, magnesio, etc) y el agua corporal, eliminando en 1.5 litros (mínimo 500 CC) de orina clara diariamente las sustancias tóxicas (urea, creatinina, amoníaco, ácido úrico), compuestos ácidos y alcalinos derivadas del metabolismo celular, para mantener la salud. Además, los riñones producen una hormona llamada eritropoyetina que estimula la producción de hemoglobina y glóbulos rojos; razón por la cual los sujetos con enfermedad renal crónica tienen anemia. La alimentación saludable previene y controla la salud renal.
1- Para los cálculos renales y la arenilla renal se debe consumir suficiente agua fresca y controlar la ingesta proteica (carnes rojas, ahumadas, embutidos y productos enlatados). Preferir las proteínas lácteas y alcalinizar la orina con verduras y frutas cítricas (limón, naranja, toronja, etc).
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2- Si hay infecciones de vías urinarias se debe tomar suficiente agua y jugo de arándanos (cramberry).
3- En la enfermedad renal crónica, secundaria a diabetes, hipertensión, cálculos renales, obesidad, riñón poliquístico (muchos quistes renales) o lupus es importante tratar adecuadamente estas enfermedades, y controlar el consumo de proteínas (0.6-0.8 g/kg peso) según el grado de insuficiencia renal, pues, todo exceso de proteínas es destruido, y las sustancias de desecho (urea, creatinina, amoníaco, etc) se tienen que excretar por la orina. Los pacientes en diálisis deben consumir más calorías y proteínas para mantener un peso saludable y reducir el trabajo del riñón. Estos enfermos no deben consumir carambola (fruta estrella) porque contiene caramboxina, una toxina que daña el cerebro.
4- Botar el salero de la mesa para controlar la presión. Una orina espumosa sugiere pérdida urinaria de proteínas por daño renal.
5- Si el potasio está elevado se debe moderar (no evitar) el consumo de guineo maduro, níspero, kiwi, chinola, naranja, mango, papa, batata, tomate y auyama; dejar los víveres en remojo y/o congelar las frutas antes su consumo. ¡Consulta con tu nutriólogo!