P: ¿Cuáles cambios en la dieta y el estilo de vida deben realizar los pacientes con prediabetes o diabetes?
R: La prediabetes es una fase clínica previa a la diabetes, caracterizada por niveles de glucemia en ayunas entre 100 mg/dL y menos de 126 mg/dL; mientras que en la diabetes, la glucemia es de 126 mg/dL o superior.
El pilar fundamental del manejo de estas dos entidades clínicas está constituido por la dieta, los cambios en el estilo de vida y actividad física (Circulation. 2019 / Diabetes Care, 2022).
Las modificaciones del estilo de vida del paciente con diabetes constituyen una intervención esencial para controlar la glucemia, el colesterol, los triglicéridos, la obesidad y la hipertensión arterial (Sociedad Española de Arteriosclerosis, 2022).
Los cambios en el estilo de vida deben incluir los siguientes aspectos: cese del tabaquismo y consumo moderado de alcohol, gestión intensiva de pérdida de peso (> 5%) en caso de obesidad o sobrepeso, asesoramiento nutricional, actividad física y cambio de hábitos con supervisión continua.
Consultorio de Nutrición: Dieta para la salud intestinal
Se recomienda la ingesta de hidratos de carbono procedentes de verduras, frutas, cereales integrales, leguminosas y productos lácteos sobre otras fuentes.
Limitar especialmente los alimentos procesados que contienen grasas añadidas, azúcares o sal; consumir alimentos ricos en omega-3, especialmente los pescados azules (sardina, salmón, atún, caballa, jurel, etc.).
En resumen, una dieta tipo mediterránea rica en ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva virgen, aguacate y frutos secos) puede ser útil para reducir el riesgo cardiovascular en estos pacientes, y ayuda a controlar el sobrepeso y la obesidad (Diabetes Care. 2019;42).
La adopción de estilos de vida saludable por personas con prediabetes reduce el riesgo de desarrollar diabetes en un 50% (Diabetes Care, 2022).
Se recomienda realizar como mínimo 150 minutos por semana de actividad aeróbica moderada a intensa, repartidos en al menos tres días a la semana, y 2-3 sesiones semanales de ejercicios de resistencia, en días no consecutivos; y evitar pasar más de dos días sin actividad física.