P: ¿Qué es la edad metabólica y cómo podemos rejuvenecer?
R: La edad cronológica es el tiempo transcurrido desde el nacimiento; mientras que la edad metabólica nos dice qué tan joven o viejo es nuestro organismo e indica el estado del cuerpo a nivel fisiológico, y cuál es la verdadera salud del organismo. Si la edad metabólica de una persona es mayor que su edad cronológica (luce más viejo de lo que es), significa que sus hábitos de vida son poco saludables y están afectando al correcto funcionamiento de su cuerpo. Conocer esto es un buen aliciente para decidir emprender una rutina más sana.
De cara al futuro, una buena edad metabólica es aquella en que el organismo se cree o se ve más joven de lo que en realidad es. Mientras estudiaba medicina en la universidad mi profesor de cardiología decía que “uno tiene la edad de sus arterias”, dando a entender el peligro derivado del endurecimiento de las arterias por el depósito de colesterol y otras sustancias (aterosclerosis): mayor riesgo cardiovascular y acortamiento de la vida.
Esto refleja un estilo de vida poco saludable, caracterizado por una alimentación rica en grasas saturadas, granos refinados y azúcares, pero pobre en frutas y verduras; la práctica de hábitos tóxicos (consumo de alcohol, tabaco y drogas ilícitas), el sedentarismo, el estrés emocional y la falta de sueño, que juntos constituyen el “quinteto de la muerte”, responsable de que nuestra edad metabólica sea mayor que la cronológica, envejeciendo prematuramente.
Pero, la buena noticia es que podemos rejuvenecer, desde el punto de vista metabólico, si controlamos los factores de riesgo, mediante una alimentación saludable y actividad física regular, evitando el estrés, eliminando los hábitos tóxicos y disfrutando de un sueño placentero.
Ser metabólicamente joven significa tener menos grasa visceral, más agua corporal y mayor masa muscular para acelerar el metabolismo celular; evitar la resistencia a la insulina, lograr un control metabólico (glucemia, colesterol y triglicéridos) y disminuir el riesgo de obesidad, diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónicas no transmisibles. ¿Sabes cuál es tu edad metabólica?