Consultorio Ecológico

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Eleuterio Martínez

P. Profesor, desde el fin de semana el polvo del Sahara arropa la región del Caribe, pero lunes y martes, en República Dominicana apenas se ha visto la luz difusa del Sol, ¿qué explicación podríamos darle a esta realidad?

R. Lo cierto es que la COVID-19 y la espuma de las elecciones próximas nos impiden mirar hacia los lados y ser objetivos ante la realidad que nos envuelve. El espejismo psicológico es tan fuerte que no hemos podido ver el sol porque las nubes de polvo del principal desierto del planeta nos están arropando y no nos hemos podido percatar de que esa es la realidad más próxima que tenemos en estos instantes.
Los reportes a los que hemos tenido acceso nos indican que esta vez, el polvo del Sahara es tan denso e intenso que no se tienen registros recientes al respecto. Pablo Méndez Lázaro, especialista en salud ambiental de la Universidad de Puerto Rico, acaba de señalar que, refiriéndose a lo que hemos observado en República Dominicana en los últimos dos días: «Este es el evento más significativo en los últimos 50 años».
La Oficina Nacional de Meteorología describe el patrón meteorológico de esta manera: “Un cielo opaco y grisáceo por concentraciones del polvo proveniente de Sahara, se percibió este lunes en el Gran Santo Domingo y otras ciudades del país, cuyo patrón meteorológico persistirá este martes”. Este polvo contiene partículas que producen síntomas como tos seca, dolor de garganta, picazón, ojos llorosos, estornudos y secreción nasal.
Un estudio del 2013 va más allá y establece: «Las partículas que carga pueden superar con creces los niveles saludables. Entre los efectos de las tormentas de polvo en la salud humana se encuentran los trastornos respiratorios (que incluyen asma, traqueitis, neumonía, rinitis alérgica y silicosis), trastornos cardiovasculares (que incluyen derrame cerebral), conjuntivitis, irritaciones de la piel, meningitis meningocócica, fiebre del valle, enfermedades asociadas con floraciones de algas tóxicas y mortalidad y lesiones relacionadas con accidentes de transporte». Los expertos en alergias coinciden en alertar a los grupos sensibles, como personas con asma y otras enfermedades respiratorias, para que tomen las precauciones necesarias.
Si la República Dominicana no termina el día 5 de julio, debemos comprender que realmente estamos viviendo nuevos tiempos y no solo por la COVID-19, si no por el cambio climático y fenómenos como el polvo del Sahara, que cada vez nos afecta de manera más intensa y agresiva.

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