Pregunta de la lectora: Mi hija se produce rasguños en el cuerpo, ¿son intentos suicidas?
Respuesta de la terapeuta: El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5-TR) refiere que la persona con trastorno de autolesiones no suicidas es cuando se ha causado daño intencionalmente y se produce lesiones físicas sin la intención suicida.
Estas lesiones pueden ser leves o moderadas. Las personas se provocan daño con heridas superficiales, quemaduras, pinchaduras o golpes, entre otras formas. En la generalidad de los casos vistos en consulta, se suelen utilizar navajas de afeitar.
Es una conducta recurrente. Los pacientes expresan que la intención no es quitarse la vida, que sienten una sensación de alivio cuando experimentan sentimientos o pensamientos negativos e inquietantes.
Puede leer: Consultorio Familiar: ¿Cómo puedo mejorar mi actitud hacia el estrés laboral?
Además, creen que así podrán resolver problemas interpersonales, por ejemplo, con sus padres.
También lo hemos observado en menores víctimas de violencia sexual o ante la exposición a la violencia que ejerce la pareja (generalmente el padre hacia la madre) en el hogar.
En estos casos, siempre hay que evaluar si se presentan síntomas de depresión, ansiedad y del trastorno de estrés postraumático. Tanto los síntomas como el comportamiento autolesivo, provocan malestar clínicamente significativo que interfirieren en las relaciones interpersonales, en la escolaridad y en el funcionamiento social.
Las personas que se autolesionan sin intención suicida consideran que de esta forma de regular la emoción negativa que experimentan, por lo que buscan repetidamente aliviarse.
¿Se debe buscar ayuda? Sí, para que la persona que experimenta los sentimientos y pensamientos negativos aprenda a afrontarlos.