Respuesta de la terapeuta: La violencia es un aprendizaje que ocurre entre los 9 y los 12 años, según el doctor Eduardo Calixto, quien plantea que lo aprendido en esa etapa es lo que más se repite durante toda la vida. Afirma que el menor expuesto a la violencia, en la adultez será un violentador.
Autores como Echeburúa, Heise, Dutton y Golant, plantean que los menores expuestos a la violencia son más propensos a repetirla, por aprendizaje, pues se interiorizan la violencia y la normalizan.
¿Qué sucede con este aprendizaje? Que en la etapa adulta no van a reconocer la violencia ni su gravedad porque la justificarán y normalizarán. Los hijos no conocen otro tipo de relación ni estilos de afrontamiento en los momentos de estrés ni cuando aparecen los conflictos para gestionarlos con asertividad y empatía.
Escucho a madres decir que hablan con sus hijos para que no repitan el patrón violento del padre, pero esto no es suficiente. Es un aprendizaje que ha quedado incorporado en la amígdala cerebral, giro del cíngulo y el hipocampo que se conectan entre sí, de modo que el cerebro y sus neuronas normalizan de una manera rápida la violencia (Dr. Calixto).
Al conectase, estas áreas cerebrales operan de manera automática. Ahora bien, contamos con el área prefrontal, donde se procesa la información que tiene un efecto inhibitorio de la conducta, así que se puede aprender que ejercer la violencia conlleva sus consecuencias.
Eliminar la violencia en los hogares es la clave.