Contaminación del subsuelo por filtrantes, silencioso problema que avanza sin muchas trabas

Contaminación del subsuelo por filtrantes, silencioso problema que avanza sin muchas trabas

El 82 por ciento del subsuelo del GSD estaba contaminado. Foto: Fuente externo.

La aparición del lodo da el aviso. El trabajo para la instalación de un nuevo pozo filtrante en un popular barrio del Gran Santo Domingo ya está casi listo.  Par de perforaciones más de la máquina e incrustar los tubos de ocho pulgadas de diámetro, darán paso a otro descargadero más de aguas residuales dirigidas al subsuelo, contribuyendo así con la continuidad de la contaminación de éste y al atentado contra la salud.

El deficiente, o nulo en la mayor parte de la demarcación, del sistema de alcantarillado obliga a recurrir a hacer más daño al subsuelo a través de los pozos sépticos y filtrantes, problema que arrastra el país desde hace décadas y al que los gobiernos no han puesto bastante atención, a pesar del peligro que representa para el agua subterránea, y de por sí, para la salud y el medio ambiente.

“En el país no existe la sufriente cantidad de alcantarillados, por lo que los pozos filtrantes son los más utilizados por la población para la disposición de aguas residuales, entonces, seguimos acumulando un problema que pudiera dar paso a situaciones bastante delicadas para la salud, principalmente, y el medio ambiente”, señala el experto en agua y saneamiento ambiental, Leonardo Mercedes. 

Dijo que la no depuración de las aguas residuales produce una gran contaminación del suelo y de los acuíferos e indicó que la mayor parte de la contaminación de los ríos Ozama e Isabela, se debía a que 35 de los 49 desagües del Gran Santo Domingo inundaron por mucho tiempo estos ríos.

Estudio comprobó la gran contaminación

De acuerdo al Plan Maestro de Alcantarillado Sanitario de Santo Domingo presentado en el año 2012, el subsuelo del Gran Santo Domingo presentaba una contaminación de 82% por las descargas de aguas residuales mediante pozos filtrantes, ya que solo un 18% de las calles de esa demarcación tenían redes de alcantarillado sanitario.

Según el estudio, para ese tiempo solo 5% de las aguas que se generaban eran tratadas en plantas.

“La utilización de los ríos, de los acuíferos y del litoral sur de Santo Domingo como cuerpo receptor final, ha causado una gran contaminación y ha postergado las inversiones en infraestructuras sanitarias”, advierte el estudio de hace nueve años.

En solo tres pasos

 La falta de regulación y supervisión de las autoridades hacen que construir un filtrante sea bastante fácil en el país, ya que esta práctica de contribución a la contaminación del subsuelo se hace en tres sencillos pasos.

Para hacer un filtrante en una propiedad o en la calle, solo se necesita, primero, rellenar un formulario en la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd), depositarlo en el departamento correspondiente, donde los encargados, mediante un mapeo, verificarán que en el lugar donde se solicitó la perforación no haya tuberías de la institución.

Luego y simplemente, se va al ayuntamiento correspondiente a la demarcación y se paga el impuesto, que puede costar entre RD$2,500 y RD$3,000.

Una vez obtenido el formulario y el pago del impuesto, solo queda contratar una de las 486 compañías, según el registro de la Cámara de Comercio y Producción de Santo Domingo, dedicadas a la construcción de pozos y filtrantes, las cuales tienen costos que dependen de lugar. Mientras más rocoso es el área, más costará la perforación. Un filtrante de 60 pies, sin los tubos, podría costar más de RD$25,000.

¡Pero! ¿Y Medio Ambiente qué?

En el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales reconocen que, en esta práctica, que viendo el proceso resultaría fácil de hacer, hay una falta de la gestión del permiso de la institución que vela por la preservación de los recursos naturales y que promueve el avance hacia un país más sostenible.

Aunque, de acuerdo a Juan Fulvio, viceministro de Suelos y Agua del ministerio, en la nueva gestión, preocupados por el problema, se ha convocado una mesa de diálogo con diferentes instituciones para tratar el tema y buscar darle al país una regulación más rígida a los permisos de instalación de filtrantes y pozos.

Reconoce que la inversión que se debe hacer para que se tenga un sistema de alcantarillado costaría, ahora, cientos de millones de dólares, debido al crecimiento vertiginoso que ha tenido el Gran Santo Domingo y su falta de la Ley de Ordenamiento Territorial.

“En el subsuelo hay acuíferos subterráneos que son reservas estratégicas de agua que tiene la población dominicana, por lo que, si uno de esos acuíferos es interceptado por falta de conocimiento en una perforación de un pozo filtrante o excavación de un séptico, al tirarse ahí todas las aguas servidas, se provocaría una contaminación de esa reserva, por eso la gran importancia de hacer estudios”, explicó.

Dijo que solo el 10% de las aguas servidas del país es tratada en plantas, por lo que reconoce que hay una gran deuda de sistemas de tratamiento y de drenaje de aguas servidas.

Fulvio resaltó que el presidente Luis Abinader hizo un plan a varios años para poder tener continuidad de estado en las inversiones para las infraestructuras de aguas potables y plantas de tratamiento de las aguas residuales.

¿Y qué plantea la regulación?

El reglamento para la aplicación de la Ley 487, sobre control de la explotación y conservación de las aguas subterráneas, de la norma de calidad del agua y de descarga al subsuelo, plantea que  “antes de ponerse en explotación un pozo o cualquier otra obra de extracción o descarga al subsuelo, se necesitará obtener de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales una concesión o permiso de descarga, donde se indicará el caudal máximo autorizado y el tipo de tratamiento requerido”.

Para la realización de este trabajo se preguntó en un ayuntamiento y las empresas dedicadas a la construcción de pozos y filtrantes sobre el permiso de Medio Ambiente, pero se informó que no eran necesario. En las empresas en que se cotizó un posible filtrante, se dijo que solo se necesitaban el pago de impuesto y la aprobación de la Caasd para iniciar el trabajo. Por eso se calificó de fácil construir un filtrante.

El reglamento indica además que no se otorgará tal permiso hasta que no haya recibido (según aplique) los estudios previos, el perfil geológico, los resultados de la prueba de bombeo o de infiltración, la caracterización de la descarga y el tratamiento previo, la certificación de cumplimiento con las normas de calidad de agua subterránea, y las características constructivas del pozo y/o instalación. Todo lo anterior de conformidad con los formularios oficiales que serán suministrados.

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