Las Vegas — El plan maestro para Saúl “Canelo” Alvarez es ganar el sábado, y luego convertirse en una atracción de la televisión por pago en las festividades mexicanas en las que Floyd Mayweather Jr. ganó decenas de millones de dólares.
El plan para Miguel Cotto no es tan ambicioso, aunque podría ser casi tan rentable. Después de resucitar su carrera con el entrenador Freddie Roach, Cotto vislumbra otras peleas lucrativas si derrota a Canelo en el combate en las 155 libras.
A diferencia del mexicano, Cotto tendría que hacerlo sin un título mundial, luego de perder la corona del peso mediano por negarse a pagar 300.000 dólares al Consejo Mundial de Boxeo. “No necesito un título”, dijo el puertorriqueño.
“La pelea habla por sí sola”. Los promotores esperan que hable a gritos, mientras intentan vender el combate que se realizará en el hotel Mandalay Bay y que cuesta 69.95 dólares en el sistema de televisión por pago en Estados Unidos.
El duelo entre dos fuertes pegadores tiene el potencial de ser una de las mejores peleas del año, pero también puede ser difícil de vender entre aquellos desilusionados por el aburrido —y caro— enfrentamiento entre Mayweather y Manny Pacquiao en mayo.
Hay otro elemento atractivo de esta reyerta: se trata de otro capítulo en la mejor rivalidad del boxeo, México contra Puerto Rico. “Para los latinos de todo el mundo, este es nuestro Súper Bowl”, dijo Oscar De La Hoya, promotor de Alvarez. “Este es un evento que no se perderá ningún hispano, ningún latino. Así de importante es para nosotros”.
Alvarez es favorito al son de 3-1 en las casas de apuestas, en una pelea que atrae el interés de cualquier púgil en la división de los medianos o en pesos cercanos. El campeón Gennady Golovkin estará en primera fila, y podría enfrentar al ganador el próximo año en una megapelea digna de las promociones más famosas de Mayweather.
Y es una pelea que puede dejar un legado para ambos púgiles. Alvarez necesita ganar si va a convertirse en la superestrella que De La Hoya cree que será, para apoderarse de las cotizadas fechas de mayo y septiembre del próximo año. “Obviamente sabemos de la magnitud de esta pelea”, dijo Alvarez. “Tenemos que ganarla”.
Para Cotto, se trata de asegurar su legado como uno de los mejores boxeadores puertorriqueños en la historia, y de conseguir más peleas lucrativas en la recta final de su carrera. El boricua de 35 años renació con Roach luego de casi retirarse tras sufrir derrotas consecutivas ante Mayweather y Austin Trout en 2012.
Entonces, recibía demasiados golpes y no lograba noquear a sus oponentes como en los viejos tiempos. Cotto fue a Los Angeles para averiguar si Roach lo ayudaría a resucitar su carrera. De inmediato hubo química, y Cotto ha noqueado a sus tres rivales desde que Roach está en su esquina. “Quería saber si me quedaba algo”, dijo Cotto. “Posiblemente me hubiese retirado hace tres años si Freddie no hubiese pensado que me quedaba algo”.
Alvarez, cuyo único revés fue en 2013 ante Mayweather, ha ganado tres peleas desde entonces. El boxeador con pinta de galán ya es un éxito de taquilla en México y ha demostrado que puede vender combates, aunque una victoria ante el puertorriqueño lo elevaría a otro nivel. Alvarez ha demostrado que puede pegar y que no teme al intercambio de metralla.
Cotto ha tenido su buena cuota de guerras en el ring, pero a los 35 años quiere ser más inteligente ante un oponente una década menor. “Sé que puedo pegar, y que puedo pegar duro”, dijo el boricua.
“Pero en este momento busco la ocasión perfecta, y busco la manera de provocar esa ocasión. Ahora entiendo que tengo 36 minutos para vencer a mi oponente, y los utilizo”