Sin exonerar al gobierno de la responsabilidad que tiene de adoptar medidas que contribuyan con la previsión y combate del coronavirus y sus diferentes cepas, cada ciudadano debe cuidarse, junto a su familia, siguiendo las recomendaciones de lugar para evitar ser contaminados de un virus que acaba de afectar a 7,439 personas en solo 24 horas, con tendencias al aumento, con todas las consecuencias negativas que puede acarrear un mal del que nadie está exento.

La baja y ausentismo laboral en adición a los gastos médicos que conlleva enfrentar una pandemia que hace estragos en los distintos sectores de la población, debe ser motivo de alarma puesto que a mediano plazo puede conducir al país a un colapso en un sistema de salud diezmado, desde ya, con el alto número de médicos, enfermeras y personal de apoyo de clínicas y hospitales de todo el país, afectados por la pandemia.

Independientemente del enfrentamiento que sostiene la ADP con el gobierno en torno a la conveniencia o no de reabrir de manera presencial la docencia en todo el país, insisto en que el Estado debe adoptar medidas que impidan los famosos “teteos”, los actos multitudinarios y la venta de bebidas alcohólicas, sin control, en todo el país.