Debates y avances

Debates y avances

Guido Gómez Mazara

Una sociedad revela sus niveles de avances en la medida en que su clase dirigencial, prioriza las ideas, las propuestas y la argumentación inteligente sobre las diatribas y la descalificación personal.

Por eso, durante años he insistido en la necesidad de hacer de los debates el espacio ideal para colocar a los ciudadanos como observadores de las destrezas el conocimiento y el compromiso de los aspirantes municipales, congresuales y presidenciales.

La iniciativa de la Asociación de Jóvenes Empresarios (ANJE) debe ser aplaudida y apoyada, pues es muestra de los avances hacia el país que queremos y sirve de freno a la vaciedad de múltiples exponentes de la clase partidaria que sin la rigurosidad deseada entienden que la fuerza de los recursos públicos garantiza victorias electorales.

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La participación de Luis Abinader, Leonel Fernández y Abel Martínez en el debate es un punto inicial necesario e indispensable que anula todo interés en degradar las ideas y desconocer las calidades y competencias de la clase partidaria.

Darle calidad al debate de las ideas produce niveles de seguridad sobre criterios definidos alrededor del político ideal y no el estimulado por intereses que pretenden atrapar al no apto sino al atrapado por clanes económicos.

La época en que los resortes defensivos e inversión en los medios se imponía ha sido sustituida por la obligatoriedad de exponer ideas abriendo las compuertas de una observación directa y franca de los ciudadanos y estableciendo las bases de un orgullo y satisfacción capaz de trascender lo estrictamente partidario.

Ya no basta el sentimiento militante sino la capacidad de que el producto político llene de decoro de una nación que anhela de gestores públicos eficientes.

Tengo una militancia fuera de discusión. Ahora bien, el pasado 24 abril, los dominicanos observamos tres aspirantes presidenciales respetuosos, inteligentes y capaces de defender sus propuestas para el próximo 19 de mayo.

Ya, en la cuenta regresiva, el país no tiene punto de retorno y la cultura política revela los escalones de avances y necesidad de construir un país para todos.

Después de los resultados, será la nación de todos, y la contienda queda de lado para abrir las compuertas de una forma diferente de hacer la política y enfrentar las ideas.

Ganamos como país.

¡Excelente!