Como la producción de las fibras continúa causando daños irreversibles al planeta, el uso textil del tallo de plátano es buen opción
Aunque desde principios del siglo XIII se han estado fabricando fibras de tallos de plátanos en Japón, práctica que se ha extendido por otros lares, es ahora cuando se anuncia el descubrimiento de una tecnología que podría dar un salto en la utilización de esas fibras para la confección de prendas de vestir, a pesar de que han habido intentos previos para llegar a esa tecnología, incluso en la región de América Latina.
Para sólo citar un caso, Wilmer Guillermo Cifuentes Sánchez presentó tesis de grado en una maestría de Ciencias Naturales y Matemáticas en la Universidad Pontificia Bolivariana, de Colombia, en la que recomendaba extraer fibras de plátano a través del método de decorticado mecánico, que facilita procesar grandes cantidades de fibra en el menor tiempo posible.
Según el proponente se trata de un método costoso en su inversión inicial, pero rentable en el tiempo si la extracción es continua.
Pero nadie había llegado en la búsqueda de una tecnología para aprovechar los residuos del plátano como lo han hecho un estudio realizado por académicos de la Universidad Nacional Textil de Faisalabad y de la Universidad de Northumbria, en colaboración con investigadores del Reino Unido y Pakistán.
Juntos, los socios del proyecto están desarrollando un innovador sistema de dos partes: la primera parte utilizará una nueva tecnología para convertir los residuos del plátano en fibras textiles, y la segunda parte utilizará los residuos generados en ese proceso para producir energía renovable.
«Nuestros socios de la Universidad Nacional Textil de Faisalabad han desarrollado una tecnología para convertir los residuos agrícolas del banano en fibras textiles que una vez se convierten las sobras del plátano en fibras textiles, los residuos restantes se convierten en energía renovable«, afirmó el Dr. Jibran Khaliq, científico de materiales del departamento de ingeniería mecánica y de la construcción de la Universidad de Northumbria.
La República Dominicana, que es un gran productor de plátanos y a la vez cuenta con una industria textil en zonas francas que ha logrado integrarse verticalmente, no debe permanecer indiferente a ese proceso, y debe hacer cuanto pueda para tener acceso a esa tecnología.
Para los cultivadores de plátano poder convertirse en suplidores de tallos de la industria textil les generaría grandes beneficios, gracias las oportunidades de generar un flujo adicional de ingresos, aumentar el rendimiento y los beneficios, y ofrecer nuevos usos industriales.
Y para la industria textil de la República Dominicana, incorporar en su oferta productos textiles es una opción amigable, positiva, al medio ambiente que le generaría un alto valor agregado.
No debemos ignorar que a medida que la industria de la moda se dirige hacia un futuro donde los recursos textiles son escasos, las fibras naturales como el algodón, que sigue siendo un material de uso intensivo de recursos, y las fibras a base de petróleo como acrílico, poliéster, nylon y spandex siguen siendo de gran demanda.
Como la producción de estas fibras continúa causando daños irreversibles al planeta, cada vez más empresas buscan fibras y tejidos alternativos sostenibles, como son las fibras de plátano.
De manera que el anuncio de que se ha descubierto una tecnología para llevar a cabo ese proceso industrial, podría mejorar la vida de los cultivadores de plátanos y hacer sostenible a la industria textil.