Descendencias sacerdotales: el padre Barrientos

Descendencias sacerdotales: el padre Barrientos

el padre Barrientos

Entre los sacerdotes que se constituyeron en troncos de familias dominicanas no puede dejar de citarse a José Narciso Barrientos, quien dio origen a dos líneas de las familias Valenzuela y Méndez en San Juan de la Maguana.

Hijo de José Barrientos, cubano, y María Rodríguez Lugo, conforme una nota necrológica aparecida en el Boletín Eclesiástico de la Arquidiócesis de Santo Domingo, nació el 12 de octubre de 1829,aunque Carlos Larrazábal Blanco dice que vino al mundo el 25 de septiembre de 1830. Vistió los hábitos clericales el 20 de diciembre de 1845, recibiendo la primera tonsura en 1849. El presbiterado se lo confirió el arzobispo Tomás de Portes e Infante en 1853, celebrando su primera misa el 24 de julio de ese año. Fue designado como cura de la parroquia de San Juan de la Maguana poco después de su ordenación como presbítero y estuvo al frente de ella durante treinta años; fungió como tal además en Neyba y Las Matas de Farfán.

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Como cura en San Juan le correspondió darle la última comunión al patricio Francisco del Rosario Sánchez antes de ser fusilado el 4 de julio de 1861, después de haber intentado un fracasado movimiento en contra de la Anexión a España. Su desempeño no estuvo exento de momentos de tensión. En efecto, en enero de 1860, el Pbro. Pedro R. Suazo, cura en Azua, fue comisionado para pasar a San Juan de la Maguana y determinar si existían irregularidades en los matrimonios que Barrientos oficiaba y, de haberlas, declararlo suspenso. En octubre del mismo año, se le amonestó por su comportamiento “reprensible” en la parroquia de Las Matas de Farfán, donde había sido nombrado en el mes de julio anterior “a proposición del Libertador” [Pedro Santana], y en el mes de diciembre siguiente fue “castigado”. Años después, en 1884, el Pbro. Suazo le escribía al arzobispo Meriño dándole cuenta de su criticable decisión de bautizar en los campos.

Las reprimendas por fallas en su labor pastoral corrieron parejas a sus tentaciones carnales: de la investigación “Genealogía de los Valenzuela y de los Méndez de San Juan”, de Sinecio Ramírez, se concluye que, apenas estrenado, Barrientos paso a convivir -prácticamente en forma paralela- con su ama de llaves y su lavandera, Pilar Valenzuela y Altagracia Méndez, respectivamente, con quienes procreó un total de seis hijos, a los que no reconoció. De Pilar Valenzuela fueron hijos Julio (nacido hacia 1853), Rafael (1856), Jesús (1861) y María Encarnación Valenzuela, mientras que Altagracia Méndez fue madre de Andrés (1853) y Agustín Pío Méndez (1854).

Instituto Dominicano de Genealogía

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