Lisbel Sánchez Peña 
La “Tarde de Primavera” es una tradicional y anhelada actividad del Patronato Nacional de Ciegos, en la que damas se congregan para pasar un momento agradable, pero lo más importante es que tiene un sentido benéfico para sus programas su rehabilitación.
Después de tres años, estas damas se reencontraron en este escenario, ya que debido a la pandemia no había sido posible.
De ahí la emoción expresada por Alexandra Ventura, presidenta de la entidad, al manifestar que las invitadas siguen apoyando esta iniciativa con entusiasmo.
Dijo que todas son las anfitrionas de sus mesas, por eso, ponen todo su empeño y creatividad para darle ese toque especial y de elegancia al decorarlas.
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Lo vivido ese día
La cita estaba fijada para las 5:00 de la tarde. Desde temprano se veía llegar a las damas elegantemente vestidas, algunas con sombreros. Después de pasar el protocolo de las medidas de seguridad para entrar al Country Club, las asistentes se dirigían al Salón de Fiestas, en donde los saludos y risas no se hicieron esperar, y por supuesto, el lugar estaba hermosamente decorado. Las flores, los famosos y delicados conejos de pascuas y tazas de ensueño conformaban los detalles de las mesas para la hora del té.
Este encuentro se inició con la presentación del grupo de percusión “La Luz del Sonido”, integrado por personas no videntes, que pertenecen al patronato.
Luego, las miradas se dirigieron a la pasarela, donde algunas chicas del Patronato de Ciegos, junto a modelos internacionales desfilaron con los diseños de Giannina Azar.
También hubo una presentación artística de un violinista de patronato, Alfredo, cerrando el encuentro Frank Ceara, con un repertorio de románticas canciones.
