El “renovador” inició la saga, inolvidable aquel juramento que sellaba la promesa de dádiva inmediata. La nación, al mando del arquetipo de virtudes, miró complacida al presidente decir “lo juro” cuando el fundador del Partido Cívico Renovador le pidió jurar “por Dios, por la Patria, por su honor”, “darnos la oportunidad de nosotros ser parte del tren gubernamental desde ahora y también para después». El acto solemne fue en octubre 2023.
Aquella solicitud marcial fue pistoletazo de salida para el descaro. La hazaña del comandante marcó un antes y un después en época de mercado electoral. La suma había comenzado antes, pero con recato. La excusa para ofrecer lealtad al padre de la patria nueva era el arrepentimiento luego de haber participado en la antigua administración. Abjuraban de aquel pasado tenebroso.
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El político de las plusmarcas, el de los pasos equivalentes a darle la vuelta al planeta, como destaca la información servida por la “Dirección de Ceremonial y Protocolo del Poder Ejecutivo” con el cálculo de los kilómetros recorridos por el jefe de estado durante un año, ratifica la transparencia con la aceptación pública de todos los que se agregan y apuestan a su permanencia. Vencedor de los malos y de los males, recibe respaldo sin importarle el talante ni la veleidad de sus adeptos. Es un “entren to” oportunista, sin violencia, con nostalgia de la dignidad de otrora y con el servilismo en cada tasación de simpatía.
El problema siempre ha sido la primera vez para el atrevimiento y ocurrió cuando “EL Alfa” fue declarado “referente de la juventud dominicana”. Después siguió la reivindicación de DJ Adonis, la aceptación de la ocupación de la Ciudad Colonial con la beatificación de su promotor, regente de la nueva casta de impunes avalada por EL Cambio.
Pendientes tendrá el presidente con aquel personaje trastornado, condenado por agresión a su pareja, considerado por el jefe de gobierno: “bujía inspiradora para la transformación de la PN gracias a su movimiento sueldo cebolla”. Asimismo, tendrá que ponderar la despenalización del consumo de cannabis para complacer a los jóvenes que se lo solicitaron mientras participaban en la actividad organizada por FuturaRD que demanda un segundo periodo. Los muchachos, con dificultad para expresarse porque todavía no están integrados al Programa “Oportunidad 14-24” dedicado a los jóvenes NINI, ofrecieron al presidente 10, 000 votos si legaliza la hierba. Quizás el “Big Papi” pueda ayudar con el proceso para complacer la petición.
Aleccionador el destape electoral. El candidato aprovecha su condición de consentido y no rechaza apoyo. Sigue triunfante como aquel jefe que no muere, sino que resucita cada vez que el mandatario recibe piropos, alabanzas, desde sitiales inusitados. El desafío será mantener el idilio cuatro años más. Aburrida pero transparente, esta campaña obligará concesiones. El nuevo gabinete-24-28- deberá compensar tantas adscripciones, algunas realmente disruptivas pero necesarias en el reinado de la pureza. El presidente candidato se acerca al Evangelio con aquello de “pedid y se os dará, llamad y se os abrirá” aunque podría ocurrir que cuando toquen no pueda abrir la puerta a tantos.