Las investigaciones y las políticas sanitarias son múltiples en procura, especialmente, de prevenir los contagios para un grupo de enfermedades
En el Día Mundial del Dengue, destinado a generar conciencia sobre la prevención de una enfermedad que aún no tiene vacuna ni cura.
El mosquito Aedes aegypti es el vector tanto del dengue, como del chikungunya y el zika.
Son virus que continúan dominando la escena epidemiológica de las regiones tropicales, subtropicales y templadas del planeta.
Se estima que solo en las Américas, 500 millones de personas habitan en áreas con presencia del mosquito vector y circulación comprobada del virus del dengue, además de los virus chikungunya y zika que hicieron su ingreso al continente en 2013 y 2015, respectivamente.
Según los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), 1 de cada 4 personas aproximadamente que contrae el virus del dengue se enferma. Entre las personas que se enferman, los síntomas pueden ser leves o graves. Esto último pone en riesgo la vida de la persona y muchas veces requiere hospitalización.
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Los síntomas leves del dengue, el cuadro más común, son similares a otras enfermedades, ya que incluye fiebre, molestias y dolores o sarpullido.
Los más habituales son la fiebre, el dolor ocular, el dolor de cabeza, dolor muscular, erupción cutánea, dolor óseo, náuseas y vómitos, dolor en las articulaciones.
Estos malestares generalmente duran entre 2 y 7 días. La mayoría de las personas se recupera en alrededor de una semana a partir del inicio del malestar.
El dengue es una enfermedad aún sin un tratamiento, ya que no existe un medicamento específico para tratarla, sino que se aplican algunos contra los síntomas.
Prevención
– No dejar agua reposada en materas después de rociar las plantas.
– Mantener totalmente tapados los recipientes en los que almacenen agua.
– Si tienen agua en albercas, canecas u otros recipientes grandes, lavarlos y cepillar las paredes de estas cada 8 días. De ser posible mantenerlos tapados.
– Si usan floreros, lavarlos y cambiarles el agua al menos cada 6 días o colocarles gotas de cloro.
– Mantener el patio libre de objetos que puedan almacenar agua, disposición adecuada de llantas, chatarra, limpieza de canales de agua lluvia, charcos, depósitos de agua limpia, tapas, y otros.
– Recoger basuras y residuos sólidos en predios y lotes baldíos, y mantener el patio limpio.
– Eliminar todos los criaderos de mosquitos dentro y fuera de su casa, como materas, floreros, y otros.
– Participar en las jornadas comunitarias de recolección de inservibles con participación que promuevan las autoridades locales.