Autor: Dra. Alexandra Castillo
El día primero de octubre de cada año, desde 1991 donde la Asamblea General de las Naciones Unidas designó este día para conmemorar, crear conciencia y resaltar a las personas de edad, nos dedicamos a dar visibilidad a las necesidades de este grupo etario que como país tenemos.
El tema de este año 2022 se titula «La resiliencia de las personas mayores en un mundo cambiante», esto significa la importancia que tiene la adaptación de los adultos mayores a los diferentes cambios que se han gestado en nuestro entorno y se ha desarrollado en base a las contribuciones de las mujeres mayores.
Estadísticamente hablando, la población mundial ha iniciado un proceso demográfico donde hay un aumento de las personas de la tercera edad y se pronostica que para el 2050 superará la de niños.
En ese sentido, la población de República Dominicana también se ha vuelto mas longeva y podemos constatar que la esperanza de vida, que para los años 50 era de 46 años en ambos sexos, en el 2020 pasó a ser de 73 años en el hombre y 76 años en la mujer, esperándose que en el 2050 esta esperanza de vida sea de 80 años en ambos sexos.
Este cambio en donde vivimos más años, no necesariamente se ha traducido en mejoría de las condiciones de vida, lastimosamente es todo lo contrario, persiste una amplia desigualdad social y económica que va en detrimento de este grupo.
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La Organización de las Naciones Unidas promueve que se desarrolle un envejecimiento saludable y que se establezcan los mecanismos para mantener activas y productivas a las personas de edad, para lo cual propone dos opciones:
1- Cuidado de estas personas: con programas de salud, seguridad social, casas de retiros y sobre todo en la participación que tiene el núcleo familiar como eje principal en la salud psico-emocional de estos individuos.
2- Mantener este grupo etario activo: produciendo un cambio positivo dentro de las comunidades, bien sea como asesores, como emprendedores o como maestros para las nuevas generaciones.
Ante esos cambios bien cuantificados y, tomando en cuenta que este año se resaltará la resiliencia dentro del marco de este día, cabe preguntarnos ¿en qué posición se encuentran nuestros adultos mayores dominicanos? ¿estamos adaptando nuestras políticas públicas en función de los cambios de la población?
En el primer punto, el cuidado de las personas adultas mayores se ve vulnerado primero porque no hay garantía de contar con su seguro social en el que cotizó en su etapa laboral, segundo porque no reciben asistencia en salud del especialista entrenado para ello, es decir, el geriatra.
El Ministerio de Salud Pública junto al Sistema Nacional de Salud (SNS), no contempla dentro de sus gestiones crear la plaza médica de geriatría donde seamos nombrados los especialistas en geriatría, para cumplir con esta primera recomendación de la ONU.
Así mismo, no se cuenta con espacios de casas de retiro públicas o al menos con centros de día comunitarios, por ejemplo, donde se estimule la salud social y mental del envejeciente.
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El tema del núcleo familiar no en todos los casos se encuentra ya que hay muchos casos donde el familiar no se hace responsable de su adulto mayor y no hay régimen de consecuencia para estos.
En el segundo acápite que incentiva la ONU, nuestros adultos mayores no cuentan con un sistema que garantice su mantenimiento activo, aunque adolecemos de un sistema estadístico actual y confiable, sabemos que hay limites de edad para emplear laboralmente, no es estimulado el empleo como asesor o maestro en las diferentes áreas del saber y del hacer.
El tema del envejeciente es espinoso y tiene muchas aristas que deben valorarse, en este día del adulto mayor necesitamos un mayor empeño desde todas las esferas en conocer y en hacer por y para los adultos mayores y políticas públicas funcionales y aplicadas en nuestra sociedad para la mejoría de este grupo tan vulnerable del cual nos hemos olvidado y que cada día va en aumento y merece recibir un trato digno y acorde a sus necesidades.
¡Felicidades a todos nuestros adultos mayores es su día! Seguiremos en pie recordando su importancia y sus necesidades para estar cada vez en mejores condiciones y lograr el anhelado envejecimiento saludable y funcional.