Berlín. El Bayern Múnich abre mañana la Bundesliga ante el Hamburgo, con el peso de un favoritismo casi total para ganar el que sería su cuarto título liguero consecutivo y el tercero con Pep Guardiola en el banquillo.
Guardiola, durante la pretemporada, ha recordado en varias ocasiones que ningún equipo ha ganado nunca la Bundesliga cuatro veces consecutivas, lo que muestra que lograrlo es algo muy difícil. Esa indicación es sin duda una constatación de un hecho histórico pero, también, un intento por subrayar que la tarea que en el Bayern suele considerarse como obligatoria, la de ganar el título alemán, este año puede tener una dificultad adicional.
Sobre el papel el principal rival del Bayern es el Wolfsburgo, que le arrebató ya a los bávaros el primer título de la temporada al imponerse en la definición por penaltis en la Supercopa alemana.
El Wolfsburgo, subcampeón y campeón de copa en la temporada pasada, debuta el domingo en casa ante el Eintracht Fráncfort.
El duelo inaugural, entre el Bayern y el Hamburgo, es un enfrentamiento entre dos históricos que viven situaciones absolutamente opuestas.
El Bayern ha recuperado su hegemonía en el fútbol alemán, después de que esta se viera amenazada por el Borussia Dortmund, y su mira está siempre en la Liga de Campeones. Para esta temporada se ha reforzado, con el chileno Arturo Vidal y el brasileño Douglas Costa, de cara a ese objetivo. E
l Hamburgo, en cambio, que durante un tiempo fue la segunda fuerza del fútbol alemán, se ha convertido en un equipo que lucha temporada tras temporada contra el descenso y que en las últimas dos ha logrado salvarse por muy poco.
El Hamburgo tiene la esperanza de que esta vez será diferente y tal vez tener que debutar justo frente al Bayern sea una prueba de fuego que a la postre resulte saludable. El equipo sabrá desde el comienzo a qué nivel está.
Tal vez el partido más interesante de la jornada será el que disputarán el sábado el Borussia Dortmund y el Borussia Mönchengladbach.
El Dortmund tuvo el año pasada una temporada problemática, con una primera ronda completamente desastrosa que lo llevó a temer incluso por la permanencia y otra recuperación extraordinaria en la segunda mitad, que le dejó al menos clasificarse a la Liga Europa.