Estos días, he estado parafraseando a Silvio Rodríguez diciendo que “vengo lidiando con gente, que dicen que estoy hablando cosas indecentes”. Dichas cosas son porque no digo las cosas que le gustan, pero nadie está para complacer a otro, sino para ser fiel a lo que uno cree, lo que puede sustentar con datos y sin decir falacias, no soy imparcial, pero procuro ser objetivo. Menciono esto por todo lo ocurrido en los últimos tres años que me han envuelto dentro de mis 7 años dentro de la militancia partidaria y práctica política.

Digo eso porque a la hora del cambio, los nuevos incumbentes del ejecutivo en campaña prometían cosas impensables, emitían epítetos ofensivos hasta atentando la dignidad de sus contrarios, dichos contrarios los trataban como enemigos que había que denigrar y aniquilar, como al mismo tiempo satanizaban algunas cosas del gobierno anterior para capitalizar simpatías para llegar al poder. Todo eso para después hacer todo lo que satanizaban que estaré mencionando

Han pasado 2 años 7 meses desde aquella toma de posesión, en los que como opositor veo que los hoy oficialistas criticaban tantas cosas que son parte de su diario vivir político. Un ejemplo de eso es que todo lo que olía al anterior gobierno o partido relacionado a ello, fue un depredador del erario. Pero resulta gracioso que catalogaran a todos bajo esa etiqueta, pero viven comprando voluntades de personas que denigraban y buscaban aniquilar políticamente, para que vayan a su parcela y al hacerlo, sucede el caso de Poncio Pilato que se lavan las manos y todo lo que antes se decía de esa persona que se compró ahora es una persona noble y gran adquisición.

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Bajo mi propia experiencia al trabajar en el sector público siempre ha sido un honor servir al Estado como ciudadano, pero también me tocó ser servidor público cuando se creó una narrativa que estar en el Estado era dantesco y no tenías derecho a expresarte ni exponerte, resulta irónico que esa era su narrativa y hoy en día la nómina pública la han aumentado de manera exponencial y los servicios de la administración pública han perdido eficacia como lo puede ser RD Vial y Pasaportes, pero ojo ya para el gobierno no es nada malo.

Que los que trabajan en el sector público que comparten vínculos de consanguineidad de algún político era algo indebido, que, sin importar su preparación, parecía que tenían una cruz muy pesada porque no importaba su preparación y condiciones, los criticaban y decían que querían convertir los cargos públicos en herencia porque son “hijos de”. Me sorprende que en tiempo récord de velocidad que ni el mismo Félix Sánchez ni Usain Bolt lo harían, el discurso sobre ese tema cambió 180 grados cuando en cargos de ministerios y direcciones designaron a varios “hijos de”, pero no, para ellos no es nada malo y dicen que están preparados, ya no satanizan las designaciones de los hijos de apellido de su alta cúpula, al final las cosas para ellos son malas si es de un lado, pero buena cuando les conviene.

Para finalizar, haré una pincelada sobre el tema de la corrupción porque su lucha en estos tres años es un “asigún” quien sea y su preferencia política, y con un metrónomo sobre cuando actuar en cada caso, que cada pifia o momento difícil que pasa el gobierno aparece un nuevo caso. Sorprende que muchos independientes que tenían discurso contra la corrupción, solo hablan de forma selectiva ante las denuncias, porque cuando se habla de un caso del actual gobierno, se recuerdan que “Banreservas escucha su voz”. Hay muchos casos que no dicen nada, la prueba está en la triscaidecafobia que hubo el 6 de marzo de 2023, o como se están superando en otras direcciones. Por algo menciono que el cambio finge ignorar lo que sabe y saber lo que ignoran, ocultando la bajeza de los medios bajo una supuesta nobleza en los propósitos.