Que una asambleísta del oficialismo, la diputada Soraya Suárez, tratara de meter de chivo, en medio de los trabajos de la Asamblea Nacional Revisora para modificar la Constitución, una disposición transitoria para dar poder al presidente Luis Abinader para designar por decreto un nuevo alcalde en La Vega revela hasta dónde están dispuestos a llegar algunos perremeístas para mantener el control de esa alcaldía, acéfala desde las renuncias de Kelvin Cruz y la Vicealcaldesa que por ley debió sustituirle.
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Y aunque la legisladora decidió retirarla para no causar “incomodidad” en la asamblea, sobre todo en su presidente, el senador Ricardo de los Santos, que intentara sorprender al resto de los asambleístas es muy mala señal, pues no debemos olvidar que lo importante, lo que realmente vale, es la intención. Todo eso a pesar de que reconocidos municipalistas y abogados expertos en Derecho Constitucional, entre ellos el expresidente del Tribunal Constitucional, el doctor Milton Ray Guevara, han advertido sobre la “barbaridad” de pretender que el presidente Abinader o cualquier otro designe por decreto un alcalde, que es un cargo electivo, en franca violación a la Carta Magna.
Como hay abogados para todos los gustos y causas otros distinguidos juristas han opinado lo contrario, que el presidente Abinader sí puede nombrar al sustituto de Kelvin Cruz, y por eso hemos visto al presidente del PRM, José Ignacio Paliza, declarar con jurídica suficiencia que es un asunto de interpretación, cuando en realidad debió decir de intereses políticos que se quieren imponer por encima de todo.
Pero si el partido oficial está dispuesto a seguir por ese escabroso camino tiene que convencer primero al presidente Abinader, que por su investidura es quien mas tiene que perder en este embrollo, de que atente contra su legado reformador involucrándose en una chapuza que con toda seguridad terminará ante el Tribunal Constitucional y la eventualidad de un fallo adverso.