El Core Group, integrado por los representantes en Haití de las Naciones Unidas y varios países, expresó este viernes su «profunda» preocupación por los «graves problemas» políticos, económicos, sociales y de seguridad que afectan al país caribeño.
La entidad, compuesta por el Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas en Haití; los embajadores de Brasil, Canadá, Francia, Alemania, España, la Unión Europea, Estados Unidos, y el Representante Especial de la Organización de los Estados Americanos (OEA), condenó los actos de «vandalismo» perpetrados este jueves en el Senado haitiano.
«Para superar estos desafíos solicitamos la celebración, sin condiciones previas, de un amplio debate nacional que reuniría al sector político, el sector privado y la sociedad civil», dijo el Core Group en un documento hecho llegar a la prensa local.
Este debate debería permitir iniciar un programa de reforma y garantizar la celebración de elecciones parlamentarias y el correcto funcionamiento de las instituciones, agregó.
«Estos acontecimientos son necesarios para proporcionar respuestas concretas y efectivas a la difícil situación diaria de la población», consideraron los diplomáticos.
El documento se produce un día después de que el primer ministro designado de Haití, Jean Michel Lapin, fue impedido por senadores opositores de presentar su plan de Gobierno ante el Senado.
Los legisladores de oposición insisten, entre otros puntos, en que Lapin debe retirar del grupo de sus funcionarios a ocho ministros y secretarios de Gobierno que formaban parte del Gabinete anterior, que encabezó eJean Henry Céant, quien no superó una moción de censura de la Cámara de Diputados el 18 de marzo pasado.
La posición del Core Group se emite el mismo día que la Corte Superior de Cuentas remitiera al Parlamento (bicameral» su informe final de la investigación que realizó sobre supuestos actos de corrupción entorno al manejo de los fondos del programa Petrocaribe, por el cual Venezuela suministra petróleo a precios blandos al país.
De acuerdo con detalles conocidos por la prensa, la investigación arrojó que una compañía del presidente haitiano, Jovenel Moise, recibió millones de dólares para la ejecución de varios proyectos, pero no los ha realizado.
Asimismo, que existe una red de funcionarios dentro del Gobierno haitiano que gestiona la obtención de contratos para amigos del expresidente del país Michel Martelly, así como para el exprimer ministro Laurent Lamothe.