La afirmación del Fondo Monetario Internacional (FMI), que sitúa la economía dominicana entre las más dinámicas y resilientes del continente americano en las últimas dos décadas, lleva implícita el reconocimiento a las políticas macroeconómicas puestas en práctica desde el año 2003 por los gobiernos de Hipólito Mejía, Leonel Fernández, Danilo Medina y Luis Abinader.
Y contiene, asimismo, el meta-mensaje de que, tanto el desarrollo y el crecimiento económicos y social son procesos históricos sostenidos en el tiempo, consecuencia de la obra continua y heredada de sucesivas administraciones. No es responsabilidad de un único gobernante, a menos que sea un dictador.
Verbigracia, a Mejía correspondió en su último año hacer malabares para encaminar soluciones legales y financieras en el intento por conjurar la peor crisis bancaria nacional que estalló durante su gobierno, crisis que heredó Fernández concomitante al mantenimiento del equilibrio macroeconómico, mientras Medina tuvo que lidiar contra el desempleo y la inflación e impulsar políticas sociales, a pesar de los sonados casos de corrupción descubiertos durante y después de sus respectivas administraciones.
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Bajo la gestión del presidente Abinader, el organismo internacional reconoce “que la nación ha experimentado una notable recuperación tras la pandemia gracias a las sólidas políticas de las autoridades”.
Sin embargo, el factor relevante sobre el cual cabalga el dinamismo y resiliencia económicos afirmado por el FMI, ha sido la presencia de un único gobernador del Banco Central, a partir del 2004, Héctor Valdez Albizu (ocupó el cargo en los 90s), cuya conducción de la política monetaria y financiera es el denominador común que ha guiado con la precisión de un reloj suizo las decisiones de los tres últimos mandatarios.
Valdez Albizu acaba de anunciar que la inflación entrará en un rango meta hacia abajo, “al cierre de este mismo mes de mayo, antes de lo que estaba previsto”, indica una nota de la institución.
De alcanzar ese objetivo, el BC estará enfrentando el constante aumento de precios, una inflación que hace que todo el mundo sea más pobre, pues cada día con determinada cantidad de dinero se compra menos bienes. Un reto, porque hay ganadores y perdedores con la inflación.
Finalmente, el FMI aconseja que a corto plazo las prioridades deben enfocarse en la estabilidad macroeconómica y financiera. A mediano plazo, mejorar la gestión de gobierno y las redes de protección social para el crecimiento más inclusivo.