Hay dos tipos de terapia dialítica: hemodiálisis y diálisis peritoneal. En la primera, la sangre se extrae del organismo para ser purificada en un hemofiltro.

La enfermedad renal crónica (ERC) ha tomado relevancia tanto por el alarmante aumento en su frecuencia como por el impacto negativo en la calidad y expectativa de vida de quien la padece. Por su complejidad, la ERC consume una gran cantidad de recursos humanos, materiales, económicos y de infraestructura de los sistemas de salud.

En el mundo hay una elevada frecuencia de enfermedades crónicas que contribuyen al desarrollo de ERC. Tal es el caso de la diabetes mellitus (DM), la hipertensión arterial (HTA), la obesidad, los problemas de colesterol y el tabaquismo. Se estima que en nuestro país 1.5 millones de personas padecen DM y casi 3millones HTA y/o problemas cardiovasculares.

La ERC se define como la pérdida gradual e irreversible de la función renal. Es un padecimiento progresivo y asintomático que solo en la etapa más avanzada se presenta palidez, hinchazón, descontrol de la presión arterial además de alteraciones que amenazan la vida del enfermo y requieren el inicio de terapia dialítica para su control.

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Hay dos tipos de terapia dialítica: hemodiálisis (HD) y diálisis peritoneal (PD). En la primera, la sangre se extrae del organismo para ser purificada en un hemofiltro. Este proceso requiere estar conectado a una máquina por 3-4 horas, 3 veces por semana y se realiza solo en instalaciones especiales.

En la PD, se infunde en el abdomen un líquido para diálisis que, tras cierto tiempo de estancia, capta las toxinas de la sangre que circula en los órganos intraabdominales para después ser desechados. Se realiza 4 veces al día, diario, en la comodidad del domicilio. Puede hacerse manual, por el mismo paciente o un ayudante o asistida con una cicladora de PD.

Así, la PD automatizada purifica la sangre por la noche mientras el paciente duerme, dando libertad e independencia durante el día.

Es importante destacar que la ERC en su etapa más avanzada requiere de terapia dialítica para control de síntomas y reducir el riesgo de muerte.