Entre lágrimas y con la voz quebrada por el dolor y la impotencia, la madre de Merbin Gabriel Santos Valdez (“Coquito”), asesinado a puñaladas la noche del pasado domingo en la “Curva de Pizarrete”, Nizao, provincia Peravia, clamó a las autoridades para que se haga justicia contra los responsables del crimen.
«Ellos no son Dios para quitarle la vida a mi hijo, y se la quitaron. Me lo apuñalaron y lo mataron. Dios mío, yo quiero justicia«, se le escuchaba decir, con desconsuelo, a la progenitora, cuyo nombre no fue ofrecido.
Mientras tanto, allegados a la familia describieron a «Coquito» como una persona trabajadora, con sus defectos, como cualquier ser humano.
«Para mí era un excelente muchacho, aunque para otro no sea así. Tienen que investigar porque fue un ser humano que murió», expresó un vecino.
«Él no era un santo, pero le gustaba trabajar también», añadió otro de los residentes de Pizarrete.
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Arrestan a homicidas
Por el hecho de sangre, ocurrido por alegados motivos personales, la Policía Nacional señala a Yofairy Enier González Marte (“Yofauri”), de 30 años, y a Félix Enrique Suárez Gómez (“Maltillo”), de 26.
Ambos hombres se entregaron de manera voluntaria la noche de este lunes a través de un medio de comunicación en Baní, provincia Peravia, para responder a la acusación.