De las muertes a menores que más han estremedico a la República Dominicana, las de Emely Peguero y Esmeralda Richiez son las que encabezan la lista con algunas similitudes.

Peguero, que residía en San Francisco, provincia Duarte, murió embarazada a los 16 años cuando su novio, Marlon Martínez, le provocó una hemorragia interna del útero por aborto inducido y golpe contundente en la cabeza con hundimiento del cráneo. La familia de la menor dijo que a su pariente, que estaba desaparecida y luego fue hallada en una maleta, le quitaron la vida porque el progenitor no quería que ella pariera la criatura.

El verdugo fue sentenciado a 30 años de prisión en un caso en el que también condenaron a su madre, Marlin Martínez, sindicada como cómplice del asesinato.

Richiez, sobre la que su familia todavía insiste en que estaba embarazada, también tenía 16 años de edad y el Ministerio Público dice que su profesor de Matemáticas, John Kelly Martínez, habría cometido el crimen de «violación sexual, acompañado de homicidio voluntario, con tortura y acto de barbarie».

Aunque la adolescente no estaba desaparecida su muerte indignó al país. El caso tiene pocos días de haber iniciado. El órgano acusador pidió 12 meses de prisión preventiva contra el docente.

Feminicidios en RD

El 2022 dejó 70 niños, niñas y adolescentes huérfanos de 61 feminicidios perpetrados por parejas o exparejas, según el saldo registrado de la recopilación que anualmente hace la Fundación Vida Sin Violencia.

Yanira Fondeur, presidenta de la entidad, dijo que pese a la ligera reducción de los feminicidios con respecto al año 2021, 4 menos, sigue siendo alarmante los niveles de la violencia hacia las mujeres por los hombres, pues 51 de los 61 asesinatos, para un 84%, ocurrieron en el hogar de las mujeres víctimas.

“Oportuno es advertir que muchas de ellas, aunque no mueren, son víctimas de hechos graves, como múltiples disparos, heridas y quema de sus hogares, de ahí la necesidad de la creación del observatorio que los recopile con exactitud para identificar las acciones y políticas acertadas en defensa de la vida de las mujeres” dice Fondeur.

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“Las edades de las víctimas oscilaron entre 12 años, la menor, y 77 años la mayor, mientras las de los agresores el menor tenía 18 años y el mayor 62. Los meses más sangrientos fueron mayo y diciembre con 10 asesinatos cada uno y 17 victimarios se suicidaron en el transcurso del 2022”, puntualizó.