“Durante años, Clara Ledesma y José Gausachs, fueron capaces de trabajar en el mismo taller y a menudo eran vistos juntos en el Parque Colón; en la Escuela Nacional de Bellas Artes; en veladas, tertulias y algunas noches cuando solía tocar la Banda Municipal o la del Ejército. En elCafé Hollywoodo a Clara posando para Gausachs sobre todo para desnudos. A parte de esto, no hay testimonio de una “relación de pareja” como tal, ni cartas que lo respalden. Sólo unas fotografías sugieren una posible historia de amor que fue retratada”…(Juan José Mesa,2023)
De forma efectiva y elocuente, el Museo de Arte Moderno reclama justamente la máxima atención durante primer el trimestre del calendario de exposiciones del año en curso en el circuito cultural y artístico metropolitano. Dos muestras de carácter histórico, con más de doscientas obras, entre pinturas, dibujos, esculturas y obras gráficas, aportan las pruebas ecuánimes para el estudio y reconocimiento de los cimientos estéticos, conceptuales y emocionales de la modernidad artística en Santo Domingo.
La primera: “Almas latentes II/Colección Báez-Tavárez”, integrada por 130 obras de connotados artistas europeos que se establecieron en el país entre 1939 y 1945. Esta, registrada ya en las dos últimas entregas de Areito. La segunda: “Conexión G, Clara y Gausachs”, basada en un extracto notable de las producciones de Josep Gausachs (1889-1959) y Clara Ledesma (1924-1999), dos artistas que, con sus obras, sus aportes y su ejemplar manera de materializar el espíritu y la imaginación, precisan uno de los momentos más esplendidos y memorables de nuestra historia artística contemporánea.
Jamás se había presentado una muestra conjunta de estos dos grandes artistas ni dentro ni fuera del país. Una verdadera coquetería desde, hacia y sobre las profundidades. Por el valor trascendental del conjunto de piezas reunidas; por el caudal de revelaciones que estallan a partir de la confrontación detenida de cada obra y por la entusiasta entrega a la investigación que trasluce el énfasis abarcador y didáctico de su curaduría, “Conexión G, Clara y Gausachs”, debe registrarse sin dudas como una entrega expositiva de visita obligada y atenta por su plenitud significativa.
Una exposición clave para el conocimiento y valoración de las raíces y travesías de la ruptura estética en Santo Domingo. La misma, pone en contexto los aportes materiales, estéticos y espirituales de estos dos virtuosos e influyentes creadores no sólo a la educación artística nacional, sino también al proceso de cristalización expresiva que registra la consciencia identitaria dominicana a través del signo, la imagen y la metáfora visual.
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El catalán Gausachs se distinguía por su espíritu vanguardista y su capacidad para crear imágenes de apretada síntesis expresiva e insólito caudal simbólico. Destacó especialmente como docente en la Escuela de La Lonja en Barcelona y en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde sembró una impronta poderosa y fecunda que marcaría la consciencia de grandes artistas como Clara Ledesma; Gilberto Hernández Ortega (1924-1979); Eligio Pichardo (1929-1984); Luichy Martínez Richiez (1928-2005); Paul Giudicelli (1921-1965); Domingo Liz (1931-2015); Ada Balcácer (1930); Iván Tovar (1942-2020) y Elsa Núñez (1943).
Los inicios de la relación entre Josep Gausachs y Clara Ledesma se registran en 1942, siendo ella parte del primer grupo de estudiantes de la Escuela Nacional de Bellas Artes. En ese momento, Gausachs tiene 51 años de edad y Clara 18. Una diferencia de 33 años. Ella termina sus estudios en la ENBA en 1948. A pesar de la diferencia de género, edad y nacionalidad, el avezado taumaturgo catalán y la clarividente imaginera dominicana, llegarán a forjar una profunda, hermosa y paradigmática relación, basada esencialmente en su plena entrega a la creación, así como en el cariño, el respeto y la admiración recíproca.
Durante las últimas décadas, Juan José Mesa reflexiona, con esmero y óptimos resultados, sobre la fascinante relación de este dúo emblemático. En este sentido, observa acucioso: “Pasados 64años de la partida del profesor y 24 de su alumna, podemos afirmar que sus huellas siguen presentes. Clara Ledesma y José Gausachs, colaboraron profesionalmente en un sinnúmero de ocasiones. Compartían gustos en el arte, la música, la cocina, el teatro, el cine y la literatura. Sin embargo, hasta la fecha no hay noticias de que alguna vez hayan realizado una exposición conjunta, sólo de ellos dos”…
Compuesta por 35 obras de Clara Ledesma y 37 de Josep Gausachs, “Conexión G, Clara y Gausachs”, ha sido posible gracias al trabajo curatorial de Juan José Mesa y Ana Agelan Fernández, con soporte y colaboración del Ministerio de Cultura; el Museo de Arte Moderno; la Dirección General de Museos; el Centro de Estudios del Arte Caribeño (CEAC); la Asociación Amigos de Clara Ledesma y la Fundación Gausachs. La muestra se mantiene abierta hasta finales de mayo en el Museo de Arte Moderno de martes a domingos y en horario de 10:00 de la mañana a 6:00 de la tarde.