Decenas de familias que durante décadas parte de su sustento económico lo obtenían de la crianza de ovinos y caprinos, incluyendo los donados por los gobiernos pasado y presente, han tenido que abandonar esa actividad debido a que los cuatreros no les dan tregua.
Producto de los constantes robos, nocturnos y diurnos, la carne de chivo y ovejo estan como muela de garza, y por ende los precios de los pocos que quedan aparecer son prohibitivos, entre RD$250, RD$280 y hasta RD$300 la libra.
De la única manera que la crianza de esos animales puede prosperar es si los pequeños granjeros contratan los servicios de vigilantes, nocturnos y diurnos, pero en cambio, las familias dedicadas a esa actividad carecen de recursos económicos para esos fines.
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A diferencia de del ganado vacuno que puede desarrollarse mediante establo, el ovino y caprino se reproducen a cielo abierto, y como caminan al dia decenas de kilómetros alimentándose, situación que aprovechan los ladrones para robar su carne.
En los lugares donde todavía hay alguna crianza de esos animales, casi todos los dias aparecen por doquier, cueros, patas y cabezas de los mismos descuartizados por los ladrones.
En Guanito, hoy distrito municipal, era la sección líder en la crianza y reproducción de ovejos y chivos, en cambio, prácticamente esa actividad desapareció producto de los constantes robos, según el alcalde pedáneo, Apolinar Beltre.
Solo en Sabana Alta hay una granja, un criadero de ovejo, ovejas a gran escala, para fines comerciales, pero su propietario, Carlos Julio Orozco, tiene contratado a más de una decena de vigilantes para evitar que los cuatreros hagan de la suya.