El que no se mire el atrás inmediato no debe significar dejar de escudriñar y aprender lecciones del pasado mediato, dominicanos y mundiales.
Esto, a propósito del escarceo generado por el discurso de Abinader ante sus seguidores, procurando que la ciudadanía deje de mirar opciones políticas que visualiza como competidores.
Se incurriría en gravísimo error si por este llamado político-electoral asociado al pasado y futuro inmediato, se deje de mirar atrás.
Grandes pensadores han exhortado mirar desde, hasta, muy atrás.
Cicerón, entre otros, en los tiempos republicanos de Roma antigua, aconsejaba cultivar memoria: “tan necesariamente como alimentar el cuerpo”. Consideraba “La historia…maestra de la vida”
Al filósofo español del siglo XIX, Santayana, se le atribuye la frase “los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla”, derivando en una sentencia más trágica: “los pueblos que no aprenden de errores pasados están condenados a repetirlos”.
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Para no repetirlos, es imperativo escudriñar y aprovechar experiencias pasadas, nuestras y de otras naciones.
Debemos, p.e., aprender que economía y deuda han sido factores causantes de revoluciones y alteraciones a paz, orden, sociales e institucionales.
Economipedia.com cita que la más trascendental de las revoluciones, la francesa, fue provocada por “escasez de producción, aumento de precios…desempleo…incapacidad para hacer frente a deuda” por gobernantes “…sumidos en ambiente de…despilfarro y ostentación”
La primera ocupación militar dominicana estuvo precedida de la intervención aduanal para garantizar cobro de deudas por potencias.
La poblada de 1984 constituyó una reacción popular espontánea ante ajustes de precios derivados del acuerdo con FMI, concertado para abrir puertas para renegociar deudas.
El surgimiento del chavismo constituyó una consecuencia del Caracazo contra el Acuerdo del FMI (1989).
La crispación social que vive Argentina es consecuencia del acuerdo con FMI para pagar “fondos buitres”, como los calificara su actual vicepresidenta. Para no repetir errores como estos, mirémoslos y aprendamos.
Ponderemos capacidad de manejar deudas ante escasez de producción, altos precios y anormalidad (informalidad) laboral; por gobernantes sumidos en ostentación de autosuficiencias, autoelogios y exigencia de incondicionalidades.