Directores y maestros de cuatro escuelas de Santo Domingo Oeste se quejaron ayer de que tuvieron que iniciar el año escolar aunque la infraestructura física de los planteles está deteriorada.
Entre los problemas que enfrentan los centros educativos señalan el deterioro de mobiliario e instalaciones sanitarias, la falta de agua, aguas residuales estancadas, los pisos en mal estado y las filtraciones en las paredes y los techos.
Luciana Vargas, coordinadora del nivel primario de la Escuela Básica Nuestra Señora de la Altagracia, afirmó que el centro tiene 1,070 estudiantes, pero no está en condiciones de dar clases porque en algunas aulas las paredes tienen filtraciones, lo que expone a los estudiantes a mojarse cuando llueve.
Muchos niños, incluso, no asisten a clases debido a esa situación.
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Vargas señaló que han enviado al Ministerio de Educación muchas solicitudes de butacas y el arreglo de las paredes, pero no les han dado respuesta.
“Si el piso está mojado por las filtraciones es difícil poder dar clases, nos dijeron que estaban trabajando en la solicitud, pero eso fue ya hace dos años”, afirmó Vargas.
A su lado Yadhira Castillo, coordinadora del segundo ciclo, dijo que otro problema que afecta la escuela es la sobrepoblación, ya que muchos padres prefieren que sus hijos estudien en la tanda matutina y no tienen espacio para habilitar más aulas.
El mismo problema enfrenta el Liceo Matutino Salomé Ureña, cuyo personal prefirió omitir sus nombres pero sostuvo que el centro opera en condiciones inhumana debido a que sale un olor de humedad fuerte por las paredes cuando llueve. Los estudiantes reciben clases bajo estas condiciones.
Además se quejan de que tienen 30 estudiantes, grietas en las paredes y los baños no tienen agua.
El personal manifestó que el liceo debería ser cerrado para ser reconstruido, debido a que la situación en la que se desenvuelven afecta la salud de los estudiantes.