Este año las tradicionales fiestas en honor a la Santísima Virgen del Amparo, patrona de la Armada de la República Dominicana, no solo exhibieron sus mejores galas, sino que además de estar impregnadas de colorido y esplendor, en ellas primó un alto contenido de singular significación espiritual entre sus miembros participantes, incluidos oficiales almirantes, superiores, subalternos, clases y alistados.
Antes de iniciarse la tradicional procesión con la imagen de la Santísima Virgen del Amparo, fue celebrada una misa solemne en el santuario de la Virgen del Amparo en la Zona Colonial, orientada a mantener las tradiciones navales y culturales, así como de la fe cristiana en cada uno de los hombres y mujeres que conforman la institución naval.
Durante la liturgia celebrada en el santuario de la Virgen del Amparo se observó una total integración del personal de la institución naval, lo que imprimió entusiasmo y colorido a la celebración del solemne acto religioso.
Finalizada la liturgia, la imagen de la Virgen del Amparo fue trasladada en procesión por diversas calles de la Zona Colonial, llamando la atención de las familias residentes en el sector, muchos de ellos se colocaron en balcones de edificaciones y otros en las aceras para observar y aplaudir a su paso a la patrona de la Armada de la República Dominicana.
Luego del recorrido por diversas vías de la Zona Colonial la imagen de la Virgen del Amparo llegó al puerto Don Diego, donde fue embarcada en el patrullero de Altura “Almirante Didiez Burgos” PA-301, para realizar el acostumbrado recorrido por la ría del Ozama, hasta el apostadero naval de Sans Soucí y ser llevada a la Base Naval 27 de Febrero y ser colocada en la parroquia Nuestra Señora del Amparo.
La procesión estuvo encabezada por el comandante general de la Armada de República Dominicana, vicealmirante Emilio Recio Segura, los contralmirantes Héctor Juan Martínez Román y Julio Angel Morales, sub comandante e inspector general de la institución naval, respectivamente.