El consumo del fentanilo se ha disparado y al igual que otros países, República Dominicana no queda exenta a esta amenaza, lo que representa una peligro latente, que urge según expertos, a poner a las autoridades en alerta.
En lo que va de año, el negocio de las drogas ilícitas ha movido más de 211 billones de dólares alrededor del mundo, según datos de Worldometer, una plataforma digital que realiza estimaciones en tiempo real, basados en fichas estadísticas globales.
Según los datos, la heroína, el cannabis o marihuana y la cocaína, continúan comandando la lista de preferencia en los consumidores. Sin embargo, las drogas sintéticas cobran cada vez más fuerza, siendo una de estas, el fentanilo.
Para este año, se estima que las drogas muevan US$400 billones de dólares, de los que US$60 billones, estarían distribuidos en drogas sintéticas, cada vez más potentes y letales, pero lucrativas, si tomamos como referencia que la deuda externa de la República Dominicana, por ejemplo, ronda los US$54,000 millones de dolares.
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Ante esta realidad, es muy poco lo que los gobiernos pueden hacer para contener el mal y eso se ve reflejado en la crisis que viven algunos países como los Estados Unidos, con miles de adictos que buscan cada día probar drogas más fuertes, como el fentanilo.
El Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, una agencia federal bajo la dirección del Departamento de Salud y Servicios Humanos del país norteamericano, afirma que esta droga es “hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina” y es “un importante factor contribuyente a las sobredosis mortales y no mortales.”
Señala que hay dos tipos: “el farmacéutico y el fabricado ilícitamente”, ambos opioides sintéticos.
Aunque su uso ha sido distorsionado, el fentanilo farmacéutico es recetado por los médicos para tratar el dolor intenso, especialmente después de una operación y en las etapas avanzadas del cáncer, así lo afirma la agencia en su portal web.
Sin embargo, su uso ilícito ha explotado en los últimos años, debido a que el negocio de las drogas ha encontrado un «mercado seductor».
Para 2018, un kilo de fentanilo costaba US$ 5,000 dólares en China y podía generar ganancias en Estados Unidos de hasta US$ 1.5 millones de dólares, en ventas ilegales en Estados Unidos, según un reporte hecho por la BBC para finales de ese año.
Sin dudas, era un nicho que los narcotraficantes no estaban dispuestos a desaprovechar, aunque las consecuencias las paguen hoy miles de adictos.
En 2021, cada cinco minutos una persona moría por sobredosis, cifras que, al compararla con el 2018 cuando falleció un consumidor cada 11 minutos, muestra un aumento significativo de fallecimientos por esta causa.
En total, en ese fatídico 2021 que marcó cifras records, murieron 107,000 personas por consumo excesivo, más del 50% producidas por drogas sintéticas como el fentanilo.
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Ante esta realidad, que se constituye en un problema de salud pública, sectores en la República Dominicana llaman a las autoridades mantenerse alertas ante la amenaza que esto representa, ya que por su bajo costo, de llegar, pudiera convertirse en un verdadero problema sanitario.
Aunque supuestos consumidores han afirman que la droga ya circula en el país, las autoridades aseguran que no tienen registros de casos hasta el momento.
´´Este no es un enemigo chiquito, por tanto, mantenemos la vigilancia permanente realizando pruebas que han dado positivas a otras sustancias (pero no fentanilo), por tanto, se ha descartado la presencia (en el país)´´, aseguró Alejandro Uribe, director del departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública .
Centros de rehabilitaciones para adictos como Hogar Crea y Casa Abierta, entienden que las autoridades deben abordar la elaboración de un plan de prevención efectivo y oportuno.
“Queremos llamar a las autoridades a que le presten atención (al fentanilo en el país) porque como la cocaína en un momento no era un problema social ni de salud, hoy en día, la cocina es un problema de salud lo mismo que el crack y todas las sustancias que tienen a causar dependencias”, señala Julio Díaz Capellán, director de Hogar Crea.
Mientras que el director de Casa Abierta Radhamés De la Rosa, entiende que es difícil combatir el narcotráfico en el mundo, pero que se puede evitar una crisis si se enfoca en trabajar con los adictos desde el punto de vista de la salud y no en la generación de miedo y rechazo.
“Si no hay una estrategia nacional para reducir el consumo, no vamos a tener éxito en ninguna de las políticas que desarrollemos basadas en la sustancia, en el miedo y la represión”, señala De la Rosa.
Indica que “hay que cambiar más centrada en la persona, en la investigación del fenómeno, en la reinserción y todas las estrategias de prevención que se han planteado en el mundo y que nosotros seguimos de espaldas a ellas”.
Ambas entidades sin fines de lucro resaltan que la base está en la prevención y el ataque al problema, antes de que represente peligro para la sociedad dominicana.
Esta droga es altamente adictiva, convirtiendo a los consumidores en dependientes, con efectos tan peligrosos como la perdida de orientación e incluso la muerte, por lo que han cobrado notoria importancia en los titulares internacionales, desde hace varios años.